Los cuatro formaban parte del Estado Mayor del Frente Al-Nosra en Alepo. Aunque la CIA ha negado que el detenido estadounidense formara parte de su equipo en Alepo, ha propuesto a través de terceros un intercambio para liberar al detenido.
Hasta ahora se creía que la CIA y los consejeros de las fuerzas de Estados Unidos se localizaban principalmente en Rojava, Daraa y Quneitra, pero en octubre del pasado año la revista ya anunció la captura de un consejero militar israelí que operaba con el Califato Islámico. En abril un comando de las fuerzas Delta logró rescatar a un general americano en la reserva que estaba a punto de ser capturado por las fuerzas especiales del ejército regular sirio en Deir Ezzor.
En la provincia de Deir Ezzor, asegura “Veterans Today”, está el enlace entre Mosul, en Irak, y el centro de mando del Califato Islámico en Raqqa, Siria. El general estaba en el punto de mira de las fuerzas especiales del ejército de Damasco desde que fue ubicado gracias a las informaciones proporcionadas por un espía saudí capturado dos semanas antes cerca de Idlib.
“Veterans Today” asegura que es la prueba indubitable de la intervención de Estados Unidos en la dirección operativa del Califato Islámico.
Cuando las fuerzas especiales sirias preparaban la captura del general, sus comunicaciones cifradas fueron intervenidas por la NSA, que puso sobre aviso a un equipo Delta que logró sacar al general de una base secreta al oeste de Anbar, cerca de la ribera del río Eufrates.
Pero esta semana no han logrado impedir que cuatro espías hayan sido capturados en Jan Tuman, una plaza fuerte del Frente Al-Nosra, en una operación impecable de Hezbollah. Los cuatro coordinaban las operaciones de los yihadistas junto a los comandantes militares de la organización.
La captura se produce en un momento crítico para Estados Unidos, que intenta yugular financieramente a Hezbollah por su apoyo al gobierno de Damasco y su inquebrantable guerra contra el Estado de Israel.
La operación también coincide con la muerte de 9 miembros de la Guardia de la Revolución iraní en la localidad de Jan Tuman, que está junto al monte Samaan, a unos 10 kilómetros al suroeste de Alepo, durante una batalla contra el Frente Al-Nosra.
Hay además 5.000 mercenarios de Blackwater, la mayor parte de ellos reclutados en Sudán y en Jordania, que esperan la autorización del Pentágono para entrar en combate en Siria junto a las milicias del Frente Al-Nosra en Deraa si las negociaciones “de paz” fracasan definitivamente.