Boeing ha empezado a despedir fuerza de trabajo. El fabricante de aviones ha enviado las primeras cartas de despido. Sólo en el estado de Washington los despidos alcanzan a 2.200 trabajadores.
El monopolio acaba de sufrir una huelga de más de 50 días que ha paralizado dos fábricas y presenta problemas de calidad de sus aviones. El 12 de octubre anunció su intención de reducir su plantilla en un 10 por cien en los próximos años. Al 31 de diciembre del año pasado empleaba a 170.688 trabajadores.
Sólo en el estado de Washington ha decidido despedir a 2.199 traajadores a partir del 20 de diciembre. A 31 de diciembre de 2023, empleaba a 66.797 personas en este estado donde fue fundada en julio de 1926 y donde se ubican las líneas de montaje del 737 -su avión más vendido-, el 777, el 767, así como varios programas militares.
Estas dos fábricas, situadas cerca de Seattle, fueron bloqueadas por la huelga de más de 33.000 trabajadore del sindicato de maquinistas (IAM) en el contexto de las negociaciones para la firma del nuevo convenio.
“Como se anunció anteriormente, estamos ajustando el nivel de nuestra fuerza laboral para alinearnos con nuestra realidad financiera y nuestras nuevas prioridades”, dice la empresa. Según Boeing, la mayoría de trabajadores que reciben avisos de despido esta semana quedarán en la calle a mediados de enero, con un seguro médico vaĺido sólo durante tres meses.
Además, el gigante aeronáutico pretende despedir a 50 trabajadores en Oregón (plantilla de 1.282) y 63 en Colorado (plantilla de 1.574 trabajadores). En Carolina del Sur (casi 7.900 trabajadores), donde se encuentra la fábrica cuya producción está dedicada al modelo 787 Dreamliner, 220 de ellos perderán su empleo a partir de enero.
Aún no hay detos sobre tres estados en los que el grupo está muy presente: Missouri (casi 17.000 trabajadores), California (14.400) y Texas (casi 7.100).
El jueves de la semana pasada advirtieron al sindicato de ingenieros SPEEA que 438 de sus miembros serían despedidos. Tiene más de 19.000 afiliados en Estados Unidos, incluidos alrededor de 16.500 que trabajan en Boeing (Washington, Oregón, California y Utah).
Una huelga de más de 10.000 millones de dólares
La huelga en Boeing, que comenzó a mediados de septiembre, terminó el 4 de noviembre, con una votación de los trabajadores que ratificó el convenio firmado entre la patronal y el sindicato de maquinistas. Pero el paro le costó a la empresa y a sus proveedores más de diez mil millones de dólares. La protesta obrera tuvo tal repercusión que desaceleró la producción industrial estadounidense en alrededor de un 0,2 por cien en octubre.
Boeing dijo que tiene un plan para garantizar que el reinicio de las operaciones se realice de forma segura y metódica. Sin embargo, serán necesarias varias semanas para que la producción se reanude por completo. El grupo discutió varios pasos necesarios para reiniciar las líneas de montaje.
Sin embargo, Boeing pudo entregar algunos aviones que salieron de las líneas de montaje antes de la huelga gracias a esquiroles no sindicados. Durante los diez primeros meses del año se entregaron 305 aviones, frente a los 405 del mismo período de 2023. El fabricante estadounidense recibe alrededor del 60 por cien del precio de entrega.
Además, Boeing se ha visto afectada desde principios de este por problemas de calidad de la producción, que han relanzado procedimientos judiciales. En octubre, el fabricante de aviones registró en el tercer trimestre su peor pérdida en cuatro años: más de 6.000 millones de dólares.