Hace unos días en Telecinco entrevistaban a varios griegos que aguardaban en fila para sacar dinero de un cajero en Atenas. Los presentan como jubilados sufridores del corralito impuesto por Tsipras y, según la traducción en directo, se quejaban de que con 60 euros al día no tenían suficiente para hacer la compra en metálico. Si alguien necesita 60 euros todos los días para hacer la compra es porque gasta 1.800 euros cada mes, lo que está muy por encima del sueldo medio.
La intoxicación ha sido especialmente relevante en la cadena pública TVE, a la que el gobierno de Rajoy ha hundido hasta límites increíbles. La audiencia de los informativos de TVE ha caído sustancialmente y, por lo tanto, no pueden engañar a tantos como cuando eran cabeza de todas las televisiones pocos años atrás.
Según el Consejo de Informativos de TVE «cada vez son más numerosas las informaciones omitidas, censuradas o tergiversadas» y su valoración depende de que «sean favorables o desfavorables a las tesis del Gobierno y del PP». Denuncian también que el amarillismo está en aumento y que de las informaciones sensibles se encarga la «redacción paralela» -formada por periodistas procedentes de medios fascistas como Intereconomía- o los jefes de área lacayos del PP.
El Consejo de Informativos considera “rechazables e inapropiados los tuits emitidos por la enviada especial de TVE a Atenas [Susana Burgos], en los que no sólo toma partido en una cuestión sobre la que va a informar, sino que además lo hace con expresiones inapropiadas que rozan el insulto al jefe de gobierno de Grecia”. Visto el tuit de referencia, es evidente que TVE no está por informar de lo que sucede en Grecia y, como bien dice el Consejo de Informativos, Susana Burgos “ha quedado inhabilitada desde un punto de vista deontológico para informar sobre la situación en Grecia” y debería ser sustituida de inmediato.
El presidente de dicho Consejo de Informativos, Alejandro Caballero, confirma que «la pérdida de prestigio que están sufriendo nuestros informativos es escandalosa y realmente preocupante».
El 13 de marzo el Parlamento Europeo condenó la defensa del gobierno de Venezuela frente a la reacción vendida al imperialismo. El telediario centró su cobertura en el hecho de que Pablo Iglesias votó en contra, mientras ocultó que otros 12 eurodiputados, de IU, Podemos y Bildu también votaron en contra.
El 23 de marzo, cuando ya se conocen los resultados de las elecciones andaluzas, el arranque del Telediario de las tres no dice en ningún momento que el PSOE ha ganado las elecciones, no menciona el revés electoral del PP y atribuye la pérdida de 17 escaños al bipartidismo. En realidad, esos 17 diputados los perdió solamente el grupo popular.
El 23 de marzo la ministra de Empleo, Fátima Báñez, entregó en el Congreso el informe anual sobre el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que se había reducido en un 22,5 por ciento. La redacción encarga una información breve que, finalmente, no sale en antena.
Una redactora, mercenaria de nuevo cuño informa sobre la detención de la vivienda de Rodrigo Rato, al que califica como «uno de los azotes del felipismo», «gran hacedor del milagro español», protagonista de «ocho grandes éxitos», pero olvida mencionar que fue el hombre fuerte del PP y su cercanía a Aznar, que estuvo a punto de nombrarle su sucesor. El mismo día, en el programa Parlamento, un redactor sí menciona en su noticia ese hecho, pero la frase se elimina sin su conocimiento.
En la información del 30 de abril, la dimisión de Juan Carlos Monedero se relega al segundo puesto, por detrás de las previsiones económicas del gobierno. La noticia le dibuja como a un corrupto que se ve forzado a presentar su dimisión. Toda la información es capciosa y engañosa. Un rótulo atribuye a Monedero la frase «me siento engañado y estafado» en relación a Podemos, cuando él se refirió a la «concepción general de la política».
El 15 de abril se hundió el pesquero ruso Olev Naydenov en Canarias. La redacción obliga a modificar la noticia elaborada por el centro territorial de Las Palmas para cerrar con un representante del Partido Popular. El periodista se queja porque «darle la última palabra al Gobierno o al partido del Gobierno, simplemente, por serlo, no me parecía un criterio periodístico».
El 28 de abril se supo que Agustín Conde, portavoz y diputado del PP, había ocultado al Congreso que es dueño de la empresa ECO WITT y asesor del Banco de Santander. La noticia no se dio en el telediario.
El área de cultura grabó una entrevista con Ibáñez, el autor de los conocidos tebeos, sobre su nuevo cómic, El tesorero, inspirado en Luis Bárcenas, antiguo tesorero del PP. La noticia no se emitió en ninguno de los telediarios. Ante las críticas, el director de Informativos de TVE, Julio Somoano, respondió que tampoco se había informado de «las últimas novedades sobre los ERE en Andalucía».
La redactora-jefa de Economía, Cecilia Gómez, modificó la noticia de una redactora sobre el paro en Europa, basado en un informe de Eurostat. Donde se decía que España encabeza, junto a Grecia, la lista de países con más desempleo. Gómez le dió la vuelta al asunto. Era mejor decir que «España lidera el descenso del desempleo en Europa en febrero», porque aquí bajó dos décimas -como en Malta y Polonia- y la media de la UE fue de una.
La noticia sobre la revocación por el Tribunal Supremo de la absolución de los acusados de asediar el Parlament catalán en 2011 se centró en señalar los nombres y apellidos de los jueces de la Audiencia cuya sentencia había sido anulada. Subrayó, además, que eran los mismos jueces que habían avalado la liberación de presos de ETA. Como la redactora se negó a que le manipularan la noticia con su firma, se le encargó a otra periodista más dócil y con ganas de trepar.
Eso os pasa por ver la tele, ¿a quien se le ocurre?
Sobre la votación griega, fueron muy "sutiles" y las noticias del Si aparecían bailando y de día y las del No de noche y con imágenes de altercados, además como había mucha más gente en las concentraciones del Noooooooooo, solo se veían flashes de imagen para que no se notase demasiado que eran miles más que los del Si.
Por supuesto lo de que se preveía un empate también era manipulación y una absoluta mentira, ni siquiera creo que haya habido tan poca diferencia de forma "natural".
En fin, señores de la Troika: ¡A chuparla!
Saludos.