La reciente cumbre entre Estados Unidos y la ASEAN, la asociación de los paises del sudeste asiático, celebrada recientemente en Washington, tenía por objeto intensificar la estrategia imperialista de estrechar el cerco contra China.
Estados Unidos busca aliados por todo el mundo para doblegar a China y Rusia y para ello no bastan ni la amenaza ni la diplomacia. La ASEAN no quiere convertirse en la OTAN del sudeste asiático y, si quiere cómplices en la región, Washington debería hablar más de comercio e inversiones y menos de armamento y bases militares.
Después de dos días de reuniones aprobaron una declaración conjunta de 28 puntos que tiene un carácter estratégico e integral. Sin embargo, en medio de una guerra que asusta, los países de la ASEAN (Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam, Camboya, Myanmar, Filipinas, Laos, Brunei, Singapur) huyen de cualquier clase de compromisos como de la peste. De lo que quieren hablar es de exportaciones e importaciones.
La ASEAN no quiere sanciones ni ningún compromiso con Estados Unidos en detrimento de los negocios con China. Todo lo contrario. La región pretende aprovechar la necesidad de Estados Unidos de contar con aliados en el sudeste asiático para atraer inversiones extranjeras directas desde Washington.
A pesar de las presiones de Washington por conseguir una condena de la ASEAN a la operación militar de Rusia en Ucrania, la declaración conjunta no menciona a Rusia en absoluto. La ASEAN no se ha dejado arrastrar a la retórica de Estados Unidos.
Biden también ha fracasado en su intento de que Indonesia no invite a Rusia a la próxima cumbre del G20 en Bali.
En cuanto a los demás países de la ASEAN, Myanmar apoya la posición rusa sobre Ucrania, mientras Laos y Vietnam se abstuvieron de votar contra Rusia en la ONU.
Lo mismo ocurre con la posición de la ASEAN respecto a China. La asociación regional está demasiado vinculada a China como para que Estados Unidos corte esos lazos. China ya es miembro de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) y ya ha solicitado su adhesión al Acuerdo General y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP).
Dada la amplitud de los vínculos de China con la ASEAN, está surgiendo un cambio visible en los vínculos de China con los distintos países, especialmente los que tienen intereses en el Mar de China Meridional. Por ejemplo, la victoria del hijo de Ferdinand Marcos en las elecciones presidenciales filipinas es una buena noticia para China.
Marcos no sólo está a favor de China, sino que ya ha dejado claro que pondrá fin a la disputa con China en el Mar de China Meridional. El plan de Marcos es llegar a un nuevo acuerdo con Pekín. Durante su campaña electoral, declaró a los medios de comunicación que “si dejas entrar a Estados Unidos, conviertes a China en tu enemigo”, y añadió que un acuerdo con China es posible.
Un acuerdo entre China y Filipinas supondría un revés para Estados Unidos, especialmente para sus pretensiones de ejercer de garante de la seguridad en la región. Un acuerdo de este tipo no sólo animará a otros países de la ASEAN con intereses en el Mar de la China Meridional a firmar acuerdos bilaterales con Pekín, sino que también eliminará la necesidad de transformar la asociación económica en una alianza militar.
El acuerdo supondría un fracaso de los esfuerzos de Estados Unidos por conseguir que la ASEAN adopte un enfoque más agresivo hacia China. Aunque Estados Unidos niega oficialmente haber obligado a los países de la ASEAN a alinearse, el hecho es que está tratando de imponerla. Por ejemplo, cuando el Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken visitó Indonesia el año pasado, criticó abiertamente a China por sus “acciones agresivas” en el Mar de China Meridional y sus prácticas económicas “que distorsionan los mercados abiertos mediante subvenciones a sus empresas públicas”.
Estados Unidos no ha logrado provocar un cambio significativo en Filipinas, lo que hace muy difícil que lo logre en el futuro porque el país insular mantiene estrechos vínculos militares con Washington. En marzo, Estados Unidos realizó su mayor ejercicio militar con Filipinas en varios años.
Como indican las tendencias actuales, salvo algunas excepciones (por ejemplo, Singapur), es poco probable que Estados Unidos obtenga un apoyo significativo de la ASEAN contra Rusia o China.
Aunque es probable que ningún país de la ASEAN -incluido Filipinas- abandone sus vínculos con Estados Unidos a raíz de los lazos cada vez más profundos y amplios con Pekín, lo cierto es que la ASEAN no se convertirá en un peón de Estados Unidos. Por el contrario, seguirá utilizando sus vínculos con Estados Unidos, China y Rusia en función de los intereses colectivos de la región y de los intereses nacionales de cada país. Esto dejará un margen mínimo para que Washington desarrolle una OTAN asiática y un margen máximo para que China profundice en sus vínculos económicos.
Salman Rafi Sheikh https://journal-neo.org/2022/05/23/us-asean-summit-leaves-washington-empty-handed/