Al mismo tiempo, en Dallas algunos se han lanzado por el camino de las represalias, ejecutando a cinco policías para devolverles un poco de su propia medicina.
Por su parte, el movimiento Black Lives Matter exige parar los pies a los policías, que han dado muestras más que suficientes de que tienen un gatillo fácil porque cada negro muerto les resulta gratis.
La cantante Beyoncé ha hecho pública una dura carta de protesta contra las salvajes actuaciones policiales, cuyo número de víctimas se cuentan por millares y siempre tienen el mismo color de piel.
“Es nuestra responsabilidad tomar posición y exigir que paren de matarnos”, dice Beyoncé en su llamamiento público.
“Ya tenemos bastantes asesinatos contra hombres y mujeres jóvenes en nuestra comunidad”, añade. “No buscamos simpatía sino que todo el mundo respete nuestras vidas”.
“Vamos a permanecer en pie como comunidad y vamos a luchar contra los que creen que los asesinatos o cualquier otro acto de violencia cometido por los que han jurado protegernos deben quedar impunes”.
En algunos párrafos, realmente vibrantes, Beyoncé apela a los que se sienten marginados, sin distinguir entre raza, sexo u orientación sexual. Habla del robo de vidas que “nos hace sentirnos indefensos y sin esperanza”.
Sin embargo, afirma la cantante, la lucha es por las próximas generaciones, por los jóvenes que nos siguen: “La guerra contra las personas de color y contra las minorías debe cesar”.
Beyoncé ha mostrado su compromiso con numerosas acciones políticas contra los crímenes de la policía y la discriminación racial, incorporando la protesta y la denuncia a sus canciones y sus números musicales.
Un beso para Beyoncé y veneno para los racistas yanquis, hijos de la más grande ramera que es la Roma moderna, ya que no son sino que una escisión del mafioso y criminal catolicismo que nos somete a los occidentales desde hace dos milenios, cosa que el vulgo, debido a sus corta memoria, no alcanza a ver.
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Y a vosotros, gracias por informar como no hacen esa innumerable pléyade de cacatúas mediáticas al servicio del "statu quo", brotados del seno del sistema capitalista, prostituidas a golpe de talonario, que pretenden hacerse pasar por lo que no son (periodistas), cuando en realidad son inmundos y repugnantes manipuladores.
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Buenos días