Bélgica se abstuvo en la votación del octavo paquete de sanciones contra Rusia presentado por la Unión Europea a sus Estados miembros, por su desacuerdo con las restricciones a las importaciones de acero procedentes de Rusia, pero no bloqueó la decisión por razones de “solidaridad europea”, dijo el Primer Ministro belga Alexandre de Croo.
El 6 de octubre, el Consejo de la Unión Europea anunció la aprobación del octavo paquete de sanciones contra Rusia, que prevé, entre otras cosas, la prohibición de importar productos siderúrgicos acabados y semiacabados de Rusia. Bélgica teme que esta decisión pueda afectar negativamente a dos fábricas de NLMK Europe en las localidades de Clabecq y La Louvière, en la región de Valonia. Estas fábricas se abastecen actualmente de proveedores rusos.
NLMK Europe, en la que la Región Valona tiene una participación del 49 por cien a través de Sogepa, emplea a 2.100 personas en Europa, de las cuales 1.200 están en Bélgica y el resto en Dinamarca, Italia y Francia.
La empresa fabrica productos de acero de valor añadido para los sectores de la automoción, la construcción naval, la construcción y la generación de energía; y obtiene productos semiacabados (desbastes) del grupo ruso NLMK, que también posee el 49 por cien de su capital (el 2 por cien restante está en manos de inversores privados externos).
“Si los costes económicos [del apoyo europeo a la Guerra de Ucrania] son aún más altos, la gente perderá sus empleos, por lo que será difícil”, dijo el primer ministro belga. No obstante, explicó que Bélgica se abstuvo de bloquear nuevas sanciones contra Rusia, “porque no queremos romper la solidaridad europea”.
Bélgica obtuvo un periodo de transición de dos años, durante el cual NLMK Europe podrá seguir importando materias primas rusas en volúmenes equivalentes al suministro de 2021 (3,8 toneladas de planchas de acero).
La región valona ha pedido a la Comisión Europea, organismo que ha iniciado las nuevas sanciones, que proporcione una compensación adecuada al sector metalúrgico belga y que garantice la disponibilidad de materias primas a precios de mercado para las fábricas.
Estados Unidos y sus aliados occidentales han aumentado la presión de las sanciones a Rusia debido a la Guerra de Ucrania, que ha provocado una fuerte subida de los precios de la electricidad, los combustibles y los alimentos en Europa y Estados Unidos.
Putin ha afirmado que la política de debilitamiento de Rusia era una estrategia a largo plazo de Occidente y que las sanciones habían supuesto un duro golpe para toda la economía mundial. Dijo que el principal objetivo de Occidente era empeorar la vida de millones de personas, para “preservar la hegemonía estadounidense sobre el mundo, por la fuerza si es necesario”.