El 30 de octubre de 2023 decenas de comandos ucranianos cruzaron el rio Dnieper en pequeñas embarcaciones. Su misión era tomar el control de Krynky, un pueblo de Jerson ocupado por las tropas rusas. El resultado fue un baño de sangre. Los servicios de inteligencia británicos fraguaron el plan, conocido como Operación Alquimia, que causó la muerte de numerosos marines ucranianos. El objetivo era mantener a Ucrania en la guerra, a toda costa (*).
El ataque ucraniano contra Krynky ha sido una de las peores derrotas de Ucrania en la guerra. Fue orquestado por el Ministerio de Defensa británico después de meses de preparación bajo la supervisión directa de oficiales británicos que confiaban en una victoria decisiva, apoyados por la logística aliada..
Los soldados ucranianos, apiñados en embarcaciones ligeras, fueron recibidos con un masivo fuego de artillería, drones, morteros y lanzallamas. No tenían cobertura aérea, ni apoyo logístico, ni plan de retirada. Durante meses, oleada tras oleada, los ucranianos fueron enviados a la muerte.
Un documento de junio de 2022, titulado “Construcción de una fuerza de incursión anfibia ucraniana”, revela los orígenes del ataque que causó la muerte de los marines ucranianos el 30 de octubre de 2023. Fue una célula secreta de la inteligencia militar creada por el Ministerio de Defensa británico, la que orquestó esta misión suicida.
En 2022 la célula de la inteligencia militar había diseñado una nueva “fuerza de ataque marítimo” destinada específicamente a operaciones ofensivas a lo largo de la costa sur de Ucrania, en particular contra Crimea. El plan era atacar las bases navales rusas en Sebastopol mediante ataques sorpresa desde el río o el mar.
La célula estaba formada por destacados académicos y altos funcionarios militares británicos. Su objetivo era “mantener a Ucrania luchando a toda costa”. Estaban convencidos de que la operación cambiaría el curso de la guerra, creando una cabeza de puente que permitiría a las fuerzas de Kiev marchar hacia Crimea y obtener una rotunda victoria.
Un reportaje de Ukrainska Pravda reveló que durante meses el mando ucraniano resistió las órdenes británicas. Pero el gobierno de Londres presionó a Kiev para que aprobara la incursión. Todo cambió a principios de 2023, cuando una delegación británica de alto nivel visitó Kiev y convenció al general Zaluzhny de formalizar la creación de un Cuerpo de Marines.
Los británicos propusieron la creación de una fuerza de comando anfibia de mil hombres, entrenados intensivamente en territorio británico con equipamiento específico (drones, lanchas rápidas, submarinos ligeros).
Durante dos meses decenas de comandos ucranianos fueron entrenados en áreas remotas de Reino Unido para simular condiciones de primera línea. El entrenamiento se realizó a marchas forzadas. Los reclutas fueron entrenados en bases como Otterburn, Cape Wrath y Loch Long, campos de entrenamiento remotos ubicados en Escocia. El objetivo era ponerlos en funcionamiento en sólo tres meses.
Los marines ucranianos debían “atacar puertos, submarinos y buques de superficie”. Recibirían “botes inflables rígidos de alta velocidad, embarcaciones autónomas, drones aéreos y vehículos de reparto acuáticos”. Se suponía que la tropa debía operar de noche para evitar ser detectada.
Según los testimonios de los supervivientes del ataque, se llevaron generadores, combustible y alimentos. Pensaron que al llegar allí los rusos huirían y ellos podrían establecerse. Pero los rusos fueron advertidos de su desembarco y respondieron con fuego de mortero, lanzallamas y bombardeos aéreos.
Los marines ucranianos estaban mal equipados y su misión terminó en un baño de sangre. Numerosos soldados murieron o resultaron gravemente heridos. El suministro de armas y alimentos era imposible. Algunos de los marines intentaron llegar a territorio ucraniano utilizando neumáticos de coche y bebiendo agua del río Dniéper por falta de logística.
La decisión de permitir que este costoso atolladero continuara, con un coste humano y material que ningún ejército de la OTAN permitiría jamás, se considera ahora uno de los peores errores tácticos de la guerra y los responsables fueron generales británicos de alto rango.
(*) https://thegrayzone.com/2024/11/16/uk-plot-keep-ukraine-fighting/ https://thegrayzone.substack.com/p/uk-intel-behind-ukraines-disastrous
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