Ayer las sedes del PSOE y Podemos en Gasteiz amanecieron con pintadas. Los autores lanzaron botes de pintura roja contra ambas fachadas y, en el caso de Podemos, escribieron “Burgesiaren diktadura gelditu” (“Alto a la dictadura de la burguesía”).
Las sedes socialistas ya fueron objetivo de acciones similares antes de las elecciones vascas, en aquella ocasión dentro de una campaña de hostigamiento que entonces el PSOE atribuyó a los disidentes de la izquierda abertzale, dentro de una campaña de criminalización.
Ambas organizaciones han condenado con rotundidad los actos, aunque esta vez han evitado cargar la responsabilidad de las acciones sobre algún colectivo político en concreto.
El PSE ha denunciado el ataque a su sede en la calle Portal de Foronda, donde desconocidos arrojaron pintura roja. “Quienes realizan estas acciones son intolerantes que se resisten a la convivencia entre diferentes, que no aceptan vivir en democracia, que no respetan y desprecian a quienes piensan de forma diferente a ellos. Están fuera de lugar en esta sociedad y muestran su odio en forma de incomprensibles ataques”, ha afirmado la ejecutiva del partido en Araba en un comunicado emitido horas después.
Para el PSOE de Araba, “ningún ataque va a impedir a este partido seguir haciendo políticas que resuelvan las grandes preocupaciones de toda la ciudadanía en un momento de crisis como el actual. Ahora, más que nunca, es momento de unir fuerzas, de trabajar y pactar para salir todos juntos de un problema que nos afecta a cada ciudadano“.
Por su parte, Podemos Euskadi ha informado de un ataque en su sede en la calle Manuel Iradier. En una nota, la formación morada ha condenado el acto vandálico, “que busca condicionar la actividad del partido en unos momentos de dificultad para toda la ciudadanía”. Asimismo, asegura reafirmarse en su “compromiso de trabajar por vías democráticas para solucionar los graves problemas generados por la pandemia a todos los niveles”.
Cuando Podemos habla de las “vías democráaticas” se refiere, naturalmente, al toque de queda.