Arabia saudí está implementando un plan de inversión mundial masiva para suministrar petróleo y gas a los países en desarrollo, asegura el periódico británico The Guardian. Se llama Programa de Sostenibilidad de la Demanda de Petróleo (ODSP).
Según las previsiones saudíes, el uso de automóviles, autobuses y aviones que funcionan con combustibles fósiles aumentará en África y otros lugares.
El Programa planea acelerar el desarrollo de los viajes aéreos supersónicos, que utilizan tres veces más combustible que los aviones convencionales, y asociarse con un fabricante de automóviles para producir en masa un vehículo con motor de combustión barato. Otros proyectos fomentan el uso de “barcos a motor” que utilizan combustibles convencionales para suministrar electricidad a las poblaciones costeras.
Dirigido por el Príncipe Heredero Mohammed Bin Salman, el Programa involucra a las organizaciones más grandes de Arabia saudí, como el Fondo de Inversión Pública de 700.000 millones de dólares, la empresa petrolera más grande del mundo, Aramco, la empresa petroquímica Sabic y los ministerios más importantes del país árabe.
El Programa pretende eliminar las barreras a la energía y el transporte en los países más pobres. Los proyectos planificados implican un aumento en el uso de petróleo y gas, que es “uno de los objetivos principales”, según ha reconocido un dirigente saudí.
El Banco Mundial quiere desarrollar las energías renovables, mientras Arabia saudí prefiere vender su propia producción petrolífera.