El ejército regular señala que el fin de la guerra se ha retrasado por el aumento del apoyo militar de Arabia saudí a los yihadistas. Arabia Saudí no se rinde en su intento de derrocar al gobierno sirio.
“El apoyo de Arabia saudí a los yihadistas no se detuvo, sino que ahora se intensifica de una forma sin precedentes, y esto es lo que ha retrasado las operaciones del ejército sirio”, dijo una de las fuentes anónimas del ejército regular.
Otra segunda fuente dijo: “Los saudíes están en un estado de locura, llevando al máximo la escalada”.
En el aumento de la ayuda de Arabia Saudí a los yihadistas se incluye el suministro de misiles TOW antitanques, fabricados en Estados Unidos, que ha sido la razón principal de que un ataque en la región Sahl Al-Ghab se detuviera.
Sahl al-Ghab es una llanura junto a la cordillera costera que es la patria de los alauitas. Los yihadistas avanzaron hacia la llanura de Al-Ghab a principios de este año, lo que apresuró la decisión rusa de intervenir en apoyo del gobierno.
Actualmente la batalla al sur de Alepo es una prioridad para el gobierno de Damasco y sus aliados, en particular Irán.
En las últimas semanas Arabia saudí ha reconocido que intensificará su apoyo a los yihadistas. Su ministro de Relaciones Exteriores dijo el 31 de octubre, que Riad estaba considerando intensificar el apoyo a los rebeldes, proporcionándoles “armas más letales”.
En colaboración con Arabia saudí y Qatar recientemente la CIA amplió el número de grupos rebeldes a los que clandestinamente entrega armas, incluyendo los misiles antitanque TOW.
En octubre han entregado un nuevo cargamento importante de esos misiles a los grupos terroristas que Estados Unidos cataloga como “rebeldes sunitas relativamente moderados” en el noroeste de Siria.
Sin embargo, las peticiones de los yihadistas para que les envíen armas antiaéreas parecen haber quedado sin respuesta, al menos hasta la fecha.