Según la prensa irakí, los cuerpos tenían signos evidentes de haber sido torturados y junto a ellos aparecieron en las fosas documentos de identidad.
Los cadáveres fueron desenterrados y trasladados al centro médico de Al-Rashidiya para ser entregados a sus familiares.
En la localidad de Tal Dhahab, a 10 kilómetros al sur de Mosul, ha aparecido otra fosa común con restos de 40 cadáveres en una zona utilizada por el Califato Islámico para sus ejecuciones colectivas.
Los cuerpos pertenecen a miembros del ejército, fuerzas de seguridad y policía irakí.
Otras dos fosas comunes fueron descubiertas la semana pasada en el centro de la ciudad de Tikrit, en la provincia de Salahuddine, con 89 cadáveres de la masacre de Speicher.
Se llama así a la matanza cometida por el Califato Islámico en junio de 2014, cuando 1.700 estudiantes de la escuela militar de aviación del ejército irakí fueron asesinados en la base militar de Speicher.
El 17 de octubre del año pasado comenzó la batalla por la liberación de Mosul, cabeza estratégica de la provincia de Ninive donde el Califato Islámico tiene su cuartel general. En ella interviene el ejército y la policía irakí junto a las Fuerzas de Movilización Popular y los peshmergas kurdos.