Es otro golpe para la industria de guerra europea. El miércoles la cámara baja del Parlamento alemán [Bundestag] autorizó nada menos que treinta proyectos armamentísticos por un importe total de 50.000 millones de euros.
El año que finaliza ha estuado marcado por autorizaciones concedidas por los diputados alemanes, como en octubre, con el pedido aprobado de veinte Eurofighter EF-2000 al estándar T5 por 3.700 millones de euros, o como en noviembre, con la adquisición de varios centenares de vehículos blindados (Schakal, Luchs 2 y SpähFz NG) por unos 8.000 millones.
En total, durante los últimos doce meses, el Bundestag ha desembolsado nada menos que 83.000 millones de euros para financiar 103 proyectos armamentísticos.
La listado de compras los que acaban de ser aprobados por la Comisión de Presupuesto se refieren a todos los entornos: terrestre, aéreo, marítimo, cibernético, espacial. Por lo tanto, estamos hablando de vehículos de combate de infantería Boxer y Puma (VCI) adicionales, vehículos blindados de transporte de tropas CAVS (Common Armored Vehicle System) de nueva generación, así como sistemas de artillería RCH 155. Los diputados también autorizaron la compra de más municiones, en particular para la defensa aérea, así como el lanzamiento de la producción en masa del misil de crucero aire-tierra Taurus Neo.
En cuanto al espacio, una zona donde el ejército alemán tiene grandes ambiciones, con alrededor de 35.000 millones de inversiones hasta 2030, el Ministerio de Defensa podrá financiar el satélite de radar SPOCK (Sistema Espacial para el Seguimiento Operacional Persistente), por 1.760 millones de euros. Este proyecto estará encabezado por una empresa conjunta propiedad de Rheinmetall y la finlandesa ICEYE.
El sistema SPOCK es particularmente urgente. El objetivo es alcanzar la capacidad operativa lo más rápido posible. Pero la lista de proyectos aprobados es una sorpresa.
Hasta ahora, la Bundeswehr –y, más concretamente, la Luftwaffe– siempre han utilizado drones MALE [Medium Altitude Long Endurance] de diseño israelí, como ocurre actualmente con el Heron TP. Además, Alemania encabeza el programa EuroDrone, es decir, el futuro dron europeo MALE desarrollado por Airbus, en el marco de la cooperación con Francia, Italia y España.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa alemán ha obtenido autorización para adquirir un número no especificado de drones MQ-9B SeaGuardian de la empresa estadounidense General Atomics. Estos dispositivos serán utilizados por la Armada alemana para realizar misiones de reconocimiento de largo alcance y caza submarina utilizando boyas acústicas.
Estos MQ-9B SeaGuardians se asociarán con los ocho aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon esperados por la aviación naval alemana (MarineFlieger). Recientemente le entregaron un primer dispositivo… y es posible que obtenga doce en total.
La decisión de Berlín de adquirir el SeaGuardian MQ-9B entierra definitivamente las últimas ilusiones que algunos europeos albergaban sobre el proyecto franco-alemán MAWS (Sistemas de Guerra Marítima Aerotransportada) y plantea la cuestión del futuro de EuroDrone que, al no ser adecuado para enfrentamientos de alta intensidad.
Capaz de volar durante más de treinta horas, el MQ-9B SeaGuardian realiza misiones de vigilancia, inteligencia, guerra electrónica, guerra antisuperficie y antisubmarina gracias a sus sensores y al armamento que es capaz de transportar para identificar y seguir emisiones de radar.