Sigmar Gabriel, ministro alemán de Exteriores |
El pronunciamiento es otro revés para los saudíes que conducirá al fracaso de la campaña que han iniciado. Si los saudíes querían aislar a Qatar, más bien lo que están provocando es su propio aislamiento.
Para arrojar más confusión sobre la arena, la ruptura entre los países del Golfo ha conducido a otra ruptura entre la Casa Blanca y el Pentágono, que han vertido mensajes contradictorios, los primeros en favor de Arabia saudí y los segundos en favor de Qatar.
El socio menor de los saudíes, Emiratos Árabes Unidos y su fatuo embajador, Yusef Al-Otaiba, la “vedette” de moda en Washington, han cometido un grueso error de cálculo: creían que el Pentágono estaba con ellos y no es así.
El papel de los Emiratos en la crisis es revelador porque es un país que, bajo cuerda, negocia en el mercado iraní con oro, así que no tiene mucho que reprochar a Qatar por abrir las puertas a Irán.
El choque arroja luz sobre las fuerzas reales que operan en Oriente Medio, asegura David Hears en Middle East Eye (2). El periodista afirma que se están formando tres bloques en la región. El primero lo encabezan Irán y sus aliados (Irak, Siria, Hezbollah y los hutis en Yemen). El segundo las monarquías del Golfo, dirigidas por los saudíes, Emiratos, Barein, Jordania y Egipto. El tercero agrupa a Turquía, Qatar, la Hermandad Musulmana y otras fuerzas que han desempañado un papel importante durante la Primavera Árabe.
Los saudíes también han cometido un error de cálculo, porque si la Guerra de Siria les había unido a Turquía, el conflicto actual los ha vuelto a separar y es posible que Turquía acabe estrechando relaciones más estrechas con Irán. De hecho, dos días después de la ruptura, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Javad Zarif, viajó a Ankara.
Al mismo tiempo que Turquía expulsa a las tropas alemanas de la base aérea de Incirlik, a pesar de que ambos países son aliados en la OTAN, se dispone a enviar tropas para defender Qatar de una posible invasión saudí.
Tras el descubrimiento de la “pista emiratí” en el dinero con el que se financió el golpe de Estado turco del verano pasado (3), Erdogan quiere tomarse la revancha.
Al mismo tiempo, Irán ha acusado a Arabia saudí de los dos ataques terroristas padecidos en Teherán, que han causado 12 muertos. Si las coincidencias existieran no seríamos tan mal pensados, pero no existen: son meros cálculos de probabilidades.
(2) http://www.middleeasteye.net/columns/why-campaign-against-qatar-doomed-1663040860
(3) http://www.middleeasteye.net/news/exclusive-uae-funnelled-money-turkish-coup-plotters-21441671