Es la peor crisis de su historia. Lufthansa calcula que el número de pasajeros de 2019 no se alcanzará hasta 2023 y despedirá a 26.000 trabajadores.
Airbus ha perdido el 40 por ciento de son actividad, lo que significa caer al nivel en el que estaba hace unos 10 ó 15 años. Sólo volverá a despegar a costa de la fuerza de trabajo y de despidos en masa, dijo el cabecilla de la empresa Guillaume Faury al periódico alemán Die Welt (*). No esconde la causa de la crisis: es una crisis de superproducción que ya existía bastante antes del confinamiento y la histeria del coronavirus:
“Esperamos una baja demanda de aviones de fuselaje ancho en los próximos cinco años, porque ya había un exceso de oferta en el mercado antes de la crisis. Ya, como escribió el periódico Les Echos en agosto de 2019, antes de la crisis del coronavirus, la política de los últimos años era elegir aviones de un solo pasillo, aviones medianos capaces de transportar de 150 a 250 pasajeros que han progresado lo suficiente como para no estar ya a la sombra de aviones de fuselaje ancho como el Airbus A350 o el Boeing 787”.
Un puñado de grandes monopolios aprovechan la crisis para apoderarse del mercado que dejan las aerolíneas más débiles y reestructurar las líneas de producción, alejándose de los viejos modelos industriales. Airbus ya ha construido un modelo de aerolínea comercial para adaptarse a la crisis que sigue el modelo de aeronaves más pequeñas y bajo consumo de combustible.
Antes de que la crisis le estallara en las manos, Airbus tenía planes de expansión de la producción. Ahora lo que tiene son planes para la reducción. En todo el mundo la plantilla es de 135.000 trabajadores y ha anunciado el despido de 15.000 de aquí al verano del año que viene, de los que 900 se producirán en España.
Es sólo una parte de los recortes que, además, se extenderán a los proveedores y las aerolíneas. La supervivencia de toda una industria está en juego. Las aerolíneas de todo el mundo anuncian recortes de fuerza de trabajo o nuevas estrategias adaptadas a la realidad del mercado: menos viajes, menos aerolíneas, menos aviones y aviones más pequeños, más baratos y de menor consumo de combustible.
El director general de Airbus cree que la crisis aún puede empeorar. En todo caso la empresa no levantará cabeza hasta 2025 y jamás recuperará el nivel anterior. El gobierno francés ha declarado que quiere suprimir los vuelos internos “drásticamente” si existe una alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media.
(*) https://www.welt.de/wirtschaft/article210562585/Airbus-Was-Konzernchef-Guillaume-Faury-fuer-die-Zukunft-plant.html