Resulta muy penoso que tantos gudaris hayan caído por el camino sin haber alcanzado la libertad integral de Euskal Herria.
No nos echaremos a llorar, tal y como aconteció tras la denominada guerra civil de 1936/39. “El Partido” mandó a parar: “… no son más que unos comunistas,… unos revoltosos,… nosotros mismos y nuestra familia,… unos maketos…” Ese fue el mensaje más central y envenenado del PNV. Es decir, durante la postguerra la burguesía vasca obtuvo una buena posición y se afanó en la mera obtención de ganancias. Esto es, entre los caciques de aquí y los ocupantes pusieron bajo intereses españoles la propia naturaleza política que Euskal Herria tiene como nación, se repartió la plusvalía… y hoy es el día en el que todavía se mantiene esa misma situación.
¿Cómo nos encontramos hoy en día? Ahí tenemos al PNV autonomista nacido de la clase burguesa que sigue con ese mismo tipo de praxis. Pero esta vez ha surgido un nuevo elemento, se trata de EH Bildu que se ha unido al fraude con Euskal Herria. Pues muy bien. Si antes eran los caciques, la ley vieja y el copón bendito…, ahora se trata de la modernidad de EH Bildu. Moda antigua pero revestida de nuevo ropaje.
Por tanto, ¿qué moto nos están vendiendo esos y esas, viendo que España mantiene al sur de Euskal Herria dividida en dos territorios, o sea, las Vascongadas y la Alta Navarra? Es ESPAÑA es lo que nos quieren vender tanto los unos como los otros. No hay futuro posible para una Euskal Herria libre. Tanto España como Francia no admitirán nunca una Euskal Herria libre.
Todas las actuaciones de Francia y España están encaminadas en la salvaguarda de su sistema y de sí mismas, y harán uso de sus leyes y de la fuerza en caso de ver peligrar su propia supervivencia. Abramos los ojos y seamos honestos/as con nosotros/as mismos/as, seguir por ese camino, supondrá la derrota de Euskal Herria.
Precisamos de muchos/as compañeros/as de lucha para poder lograr una Euskal Herria libre, socialista y solidaria. En pocas palabras, precisamos de su compromiso y dejar de lado los mensajes que el enemigo nos remite. Del mismo modo que no podemos dar crédito al sistema y a la filosofía de esos enemigos que ocupan y explotan a Euskal Herria, creados para acabar con nosotros/as. Así de sencillo.
¿Estamos en disposición de hacer frente y de echar para delante? Cada cual debe responderse a sí mismo y también mojarse por ello. Es imprescindible que el pueblo tome parte en el asunto. Tal y como Argala decía, únicamente es el pueblo el que pude salvarse a sí mismo. Prácticamente está dicho casi todo y en pocas palabras. Todos y todas debemos aportar algo y de una manera organizada. No queda otro remedio.
No va a resultar nada fácil, si no lo mejor sería que entráramos decididamente en la dinámica del PNV, y de todos es sabido que tendríamos una vida menos azarosa y con menos dificultades. Es decir, en caso de revelarnos, además de tener una gran labor por delante nos reportaría inseguridad por todos lados. Pues si, pero son aspectos distintivos que afloran en todos los procesos de liberación, y si no es así ¡que trampa tan asquerosa!
Tampoco nos podemos olvidar de algún que otro mensaje envenenado: el de lo “posible” y lo “imposible”. Nuestros opresores saben muy bien como difundir su mensaje, no solo a través de los medios de comunicación y los centros de enseñanza sino también por medio de estos partidos reformistas y socialdemócratas, que a pesar de que se tengan por abertzales (o no, que hoy en día cualquiera sabe…) no hacen nada más que seguir el juego a los ocupantes.
Así, alguien que antes era marxista dice esto: “el hecho haber tenido un fusil entre las manos no te otorga una legitimidad absoluta”, y eso es precisamente lo que achacan a los revolucionarios/as. Pero hablando honestamente tampoco hay liberación posible, ni nacional ni social, desde el entramado del sistema del enemigo.
Un militante de izquierda que carezca de mentalidad político-militar no será capaz de elaborar tácticas o estrategias adecuadas que conduzcan al soterramiento de la clase opresora, y no hay que ser un lince para llegar a tal conclusión. No nos estamos inventando nada.
En efecto, mientras algunos/as han dado ya carpetazo a una época del proceso de liberación de Euskal Herria (es decir la de la línea político-militar), otros y otras tenemos claro que las espadas permanecen erguidas hasta el logro de la libertad nacional y social de Euskal Herria.
Por todo ello hacemos un amplio llamamiento para unirse a la lucha. Cada cual, en la medida de sus posibilidades, pero todos y todas con algo que aportar. De otra forma, a pesar de que algunos/as compañeros/as den en ello su vida, nos resultaría imposible.
Que nadie diga que nuestra libertad no es más que un mal sueño. Tendremos que esforzarnos y sufrir en buena medida, pero, si o si, aseguraremos la supervivencia de la clase obrera vasca. Debemos mantenernos firmes ante el enemigo. No hay otra.
Seguiremos luchando en nombre de Oier y de otros tantos luchadores, gudaris y esa mayoría oprimida del mundo hasta liberar a Euskal Herria. Hacia la Independencia y el Socialismo, JO TA KE!!