Tras el bloqueo económico impuesto contra Rusia desde 2014, el gobierno de Putin trabaja en la búsqueda de alternativas a Swift, el sistema internacional de compensación bancaria, que es uno de los grandes mecanismos que manipulan los imperialistas como instrumento de chantaje.
Como cualquier instrumento tecnológico, Swift no es neutral, sino que está bajo el control del capital financiero internacional y estrechamente ligado a Estados Unidos. Los bancos internacionales rechazan las transferencias en moneda extranjera que procedan de Crimea a través del canal Swift.
El nuevo sistema ruso ya está operativo. Rusia tiene un sistema de pagos denominado MIR, alternativo a Visa y MasterCard y desde el año pasado hay 330 bancos conectados a otro sistema de pagos, según el diario ruso Izvestia.
Sin embargo, las alternativas bancarias sólo funcionan en horario diurno y cada transferencia cuesta cinco céntimos, lo que es una cantidad exhorbitante. A pesar de ello, podrían convertirse en algo más que un remedio a corto plazo para impedir el bloqueo bancario internacional.
Estados Unidos sabe que el bloqueo permanente de Rusia de Swift puede volverse en su contra. En 2015 lo advirtió Ewald Nowotny, del Banco Central austriaco: el boicot a los bancos rusos puede quebrar la confianza en Swift.
Que Swift abandone Rusia no va a suponer la quiebra del capital financiero ruso, ha asegurado Elvira Nabiullina, la gobernadora del Banco Central ruso. Hay un recambio.
“Hay amenazas de cortar nuestros lazos con Swift. Hemos acabado de poner a punto nuestro propio sistema de pago y si se produce algún incidente, todas las operaciones en formato Swift funcionarán en el interior del país. Hemos creado una alternativa”, dijo Nabiullina la semana pasada después de mantener una entrevista con Putin.
Aunque en el terreno financiero la potencia de los capitales chinos son bastante superiores a los rusos, una alternativa a Swift podría tener un alcance estratégico, como todos los demás intentos que están poniendo en marcha para escapar del bloqueo imperialista. No sólo podría reforzar considerablemente al capital financiero ruso sino que podría ser utilizado por otros países, como Irán o Venezuela, que tratan de escapar del mismo dogal.
Los bancos que han intervenido en las transacciones financieras con Irán han padecido las mismas -o parecidas- sanciones por “blanqueo de capitales” por los motivos que ya expusimos en una entrada anterior: como el imperialismo ha convertido al dólar en la moneda internacional de pago, las transacciones las compensan las sucursales que dichos bancos tienen en Nueva York, por lo que acaban sometidos a las leyes internas de Estados Unidos.
Todos los pagos en dólares que llevan a cabo los bancos en el mundo entero, se compensan al final de cada jornada en Nueva York. Dependen de un banco central y, la mayor parte de ellos, de la FED, la Reserva Federal de Estados Unidos. Son muchos los países, incluidos los europeos, así como los capitales, que quieren escapar del control asfixiante que Estados Unidos impone unilateralmente al comercio mundial. Si Rusia fuera capaz de encontrar una alternativa, el dinero mundial empezaría a circular por un canal que Estados Unidos no es capaz de controlar.
¿Será Rusia capaz de poner en pie un mecanismo de esas características? Es discutible, pero lo más interesante es constatar que, una vez más, Rusia está obligada a moverse a contra-corriente en todos los terrenos y que esos movimientos tienen un claro significado defensivo.
http://russia-insider.com/en/ready-anything-russia-develops-alternative-international-banking-system/ri19318