Y es que eso de la imagen no es sino una mentira más. Aquílo que cuenta es la casta, que suele vestir muchos más adornos con susapellidos que con su currículum o cualidades físicas. Rajoy en concreto era hijo de un juez que fue en el franquismo tan servicial al régimen como el juez Llarena, por ejemplo, en nuestros días. Dicen las malas lenguas que los servicios prestados por el juez Rajoy en el caso Redondela (uno de los mayores escándalos de corrupción del franquismo), cerrándolo en falso sin llegar nunca a los culpables, le garantizó un trato de favor que el magistrado se cobró en sus hijos: Todos ellos, los cuatro, uno tras otro, aprobaron oposiciones a registradores de la propiedad (menos uno, que se hizo notario) en un tiempo récord, nada más terminar la carrera de Derecho. Dicen los adictos que Mariano era un “empollón”, pero mucho se debe de haber estropeado desde entonces, porque nunca nos ha demostrado ser una lumbrera.
Tampoco ha convencido como buena persona. Entre sus condecoraciones, figura el Premio Corazón de Piedra que la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales le concedió en 2015, por ser el responsable de “recortes inmisericordes en políticas sociales, al mismo tiempo que actuaba con toda prodigalidad con banqueros y grandes capitales”. Y el título de persona non grata, que le otorgó su ciudad natal, Pontevedra, en febrero de 2016, gracias a un acuerdo municipal tan “Frankenstein” como la moción de censura que ahora lo ha expulsado del gobierno: todos a favor, con el rechazo del PP y Ciudadanos. Fue para agradecerle la prórroga otorgada por su Ejecutivo, en funciones, para que la fábrica de celulosas Ence, que llevaba 60 años contaminando la ría, se quedase 60 años más en terreno público; todo un regalo para su pueblo.
Como político destacó por su paso fascistoide de buey implacable aplicando recortes, reformas laborales y medidas represivas, indiferente a respuestas sociales tan masivas como el movimiento Nunca Máis, las mareas en defensa de la sanidad y la educación, o las marchas por la dignidad. M. Rajoy avanzaba como una apisonadora, sacando la porra contra ciudadanos que protestaban o que sólo querían votar, y metiendo en la cárcel a raperos, titiriteros, tuiteros y todo sospechoso de disidencia que osara levantar la cabeza, en una deriva franquista vertiginosa. Ese fue su estilo político, que no se sabe cómo continuaba tozudamente triunfando en las urnas. Nada parecían importar a sus votantes acérrimos la corrupción imperante, el ridículo internacional, la desfachatez en la mentira…
Por eso, cuando de repente se hizo el oscuro para el gobierno de Rajoy y Mariano se convirtió en el primer Presidente destituido por censura política de España, nos alegramos. Claro que sí. Su débil mayoría, cada día más simbólica en la práctica, no pudo aguantar más. Reina ahora la incertidumbre sobre lo que pueda venir a continuación… Pero resulta confortador que haya justicia poética de vez en cuando y que, como manda la sabiduría popular, a cada cerdo le llegue su San Martín.
El padre del expresidente Rajoy Brey,Mariano Rajoy Sobredo,era presidente de la Audiencia Provincial de Pontevedra cuando,en 1972,estalló el escándalo del aceite "desaparecido" en Redondela.Hubo muertos en "extrañas circunstancias" y nunca se resolvió nada bajo su presidencia (hasta el hermano de Franco,Nicolás,estaba implicado).De casta le viene al galgo.
Por cierto,todavía vive.