Los académicos chinos han elaborado un programa de nueve episodios titulado “Marx es fiable” que comenzará a emitirse en Inner Mogolia, una televisión local del norte del país, según informa la agencia de noticias Xinhua.
Como aperitivo, los académicos han lanzado el hilo musical de “Marx es fiable”, un rap que se ha convertido en un éxito en las redes sociales. “No por el poder, no por el dinero, sino por la confianza, seguimos adelante”, repite uno de los versos, que han sido traducidos al inglés.
La canción usa el lenguaje de la conocida como “generación milenio”, aquellos que han nacido en la China posterior a la década de 1980, para “establecer una conexión entre las cualidades de Carlos Marx y sus aspiraciones”.
“Queremos decir que el marxismo aún está de moda, que no es algo obsoleto”, ha explicado Zhuo Sina, autor del rap.
“Esperamos que después de esto los jóvenes vayan a las bibliotecas y librerías para leer a Marx”, ha añadido Feng Wei, uno de los académicos.
En octubre del año pasado la Universidad de Pekín convocó el Primer Congreso Mundial sobre marxismo, en el que participaron 400 especialistas procedentes de 20 países distintos.
En los ochenta en China se impuso el lema de Deng Xiaoping que llamaba al enriquecimiento personal. Ahora, en tiempos de crisis, los vientos se mueven en la dirección opuesta. En la prensa numerosos artículos reseñan los tiempos heroicos de la Larga Marcha, cuando el Ejército Rojo, desnudo, descalzo y hambriento, atravesó el país entero.
Los medios de comunicación vinculan la recuperación del marxismo a la austeridad, a la Revolución Cultural y a los tiempos en que a los generales del Ejército revolucionario sólo se diferenciaban de los soldados rasos por los bolsillos del uniforme.
Hay un clima de añoranza y de recuperación de los orígenes. Lo llaman “la fortuna de las manos desnudas”. Los que se enriquecieron en los ochenta ya no son el modelo, ni están tan bien vistos. “El que se hace famoso es un cerdo que engorda”, se empieza a escuchar en las calles.
Cuando en 2002 la revista Forbes publicó la lista de las personas más ricas de China, no pudo ilustrar el reportaje con sus fotos. Los millonarios chinos se han hecho muy discretos. No quieren publicidad. El reportaje les mostró con la cabeza cubierta por sacos de papel.
Seguramente tienen miedo que China vuelva a dar otra de sus históricas sacudidas.