Desde 2015 los bombardeos de la aviación saudí han costado la vida a 5.500 yemeníes, han herido a otros 9.000 y han destruido las infraestruturas del país, además de hospitales, escuelas, a lo que hay que sumar el bloqueo, que ha desatado una espantosa epidemia de cólera que afecta a un millón de personas.
El informe ha sido redactado por Michael Lewis y Katherine Templar y concierne, en especial, al monopolio armamentístico BAE Systems, encargado de las labores de mantenimiento de los aviones de guerra que los sátrapas saudíes han comprado a Gran Bretaña.
En 1986 Londres y Riad firmaron un acuerdo secreto de cooperación militar que jamás ha sido revisado por el Parlamento británico. Las ventas de armas obligan a los británicos a ejecutar las labores propias de mantenimiento.
Dicho acuerdo se adoptó a pesar de la oposición del Foreign Office, por presiones del Ministerio de Defensa y la industria armentista. En la actualidad el marido de la Primera Ministro, Philip May, trabaja en la empresa Capital Group que, a su vez, es el mayor accionista de Bae Systems.
La complicidad de los funcionarios y mercenarios británicos, añade el informe, les convierte en responsables de los atroces crímenes de guerra cometidos por la aviación saudí, lo que se puede extender a los crímenes cometidos por las sucursales yihadistas armadas por los príncipes de Riad, como Al-Qaeda, que han cometido matanzas masivas a lo largo de varios continentes.
(*) http://www.mikelewisresearch.com/RSAFfinal.pdf