En las noches del lunes y el martes de esta semana, los barrios fueron tomados por jóvenes que levantaron barricadas y las quemaron reivindicando un puesto de trabajo.
De madrugada los parados cortaron la luz y después empezaron a quemar contenedores y neumáticos, con los que formaron barricadas para cortar el tráfico e impedir el acceso de la policía al barrio.
La Policía Local cortó el acceso de vehículos por los tres lugares por donde se podía acceder en automóvil, en concreto a la altura del albergue San Vicente de Paúl en el Rastro, en la rotonda que va en dirección a los Pinos y por Averroes. Mientras tanto, provistos de material antidisturbios, la Policía Nacional cargó contra los sublevados, produciéndose enfrentamientos hasta altas horas de la madrugada.
Luego los Bomberos intentaron acceder a los barrios para sofocar los incendios en contenedores y neumáticos, pero también fueron recibidos con piedras y, tras los primeros impactos en sus vehículos, tuvieron que abandonar el lugar por orden de la policía. Sólo pudieron sofocar un contenedor quemado en la calle Almotamid, en el Rastro.
Todo esto sucedió después de que durante las movilizaciones de la primera noche del lunes, la Policía Nacional detuviera a tres de los parados, a los que considera como los dirigentes de la revuelta.
A pesar de las detenciones, los levantamiento continuaron la noche siguiente y se produjeron otras dos detenciones.