La cifra anterior sin embargo, fue inferior a la cifra de muertos de hambre que se dieron durante el mandato de Felipe Calderón (49.722) así como de Vicente Fox (51.278).
El año pasado en México la subalimentación alcanzó a 4,8 millones de personas, según el informe de la Unicef (ONU) titulado “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2018”.
Solamente Brasil y Haití en América Latina y El Caribe, respectivamente, presentan un mayor número de muertes por desnutrición que México en el continente.
La Cruzada Nacional contra el Hambre instaurada por Enrique Peña Nieto en 2013 fue un fiasco. Teniendo en cuenta las proyecciones de disminución de fallecimientos, la tendencia mostró 44.225 defunciones por desnutrición.
Pero 6 años -incluido 2013- y más de 500 millones de pesos invertidos después, la tendencia muertal a causa de desnutrición bajó solamente un 1 por cien adicional, es decir en 459 muertos de hambre.
Cada muerte por hambre que se redujo durante el mandato de Enrique Peña Nieto costó más un millón de pesos, es decir, que con 500 millones se pudieron adquirir despensas alimenticias para casi 40.000 personas en 6 años.
La Secretaria encargada entonces de implementar la Cruzada contra el Hambre fue Rosario Robles, funcionaria que hoy se encuentra presa por “ejercicio indebido de la función pública”, una acusación a la que se podría sumar asociación ilícita y malversación de fondos publicos, entre otros.
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