Los enfrentamientos tuvieron lugar durante el congreso del partido fascista Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), cuando un grupo de antifascistas intentaron bloquear el acceso al edificio donde se lleva a cabo el evento.
Los manifestantes quemaron neumáticos y lanzaron petardos a los policías y periodistas que se encontraban en el lugar, según fuentes de la policía.
En el congreso, el partido fascista pretende adoptar medidas contra el islam, motivo por el que un gran número de manifestantes se reunieron en las inmediaciones del edificio.
La AfD señala que el islam no es compatible con la Constitución alemana, por lo que quiere prohibir las mezquitas y los burkas en el país. Los dirigentes de ese partido neonazi han criticado a la canciller alemana, Angela Merkel, por abrir las puertas de Europa a los refugiados.
Por su parte, los representantes de la comunidad musulmana de Alemania, han comparado la postura de la AfD hacia los musulmanes con las políticas que en su tiempo estableció Adolf Hitler contra los judíos.