Al menos 30 personas murieron ayer durante los enfrentamientos armados entre las tropas especiales de la policía y los rebeldes musulmanes del Frente Moro de Liberación Islámica (MILF) en el sur del archipiélago de Filipinas.
Ambos bandos firmaron un acuerdo de paz en marzo del año pasado tras 45 años de guerra que podría verse afectado después este violento choque.
Los combates se iniciaron durante la mañana del domingo cerca de Mamasapano, en la sureña isla de Mindanao, cuando un grupo especial de la policía realizaba una operación para la captura de Zulkifli Hir, un malasio miembro de los Luchadores por la Libertad Islámica de Bangsamoro (BIFF).
Zulkifli Hir es un malasio experto en explosivos al que la policía filipina acusa de varios atentados con bombas que han sucedido recientemente en la región. Su captura tiene una recompensa de 5 millones de dólares.
Sin previo aviso, la policía entró en una de las zonas controladas por una organización distinta, el MILF, con la que el gobierno mantiene un acuerdo paz y durante las 12 horas se produjo fuego cruzado en el que más de 20 policías perdieron la vida. No se descarta que se encuentren nuevos cadáveres.
A pesar del acuerdo de paz firmado el año pasado entre el gobierno filipino y el MILF, varios grupos grupos rebeldes permanecen activos en el sur de Filipinas. Uno de ellos es el grupo armado al que pertenece Zulkifli Hir, los BIFF, escindido del MILF y marginado por los acuerdos de paz.
Entre 100.000 y 150.000 personas, al menos un 20 por ciento de ellas civiles, han muerto en cuatro décadas de guerra separatista en el sur Filipinas, poblado mayoritariamente por musulmanes, llamados «moros», mientras los católicos se concentran en el norte del archipiélago y acaparan el poder político y económico del país.
El origen de la guerra no es religioso sino político. Surge con la colonización emprendida por el gobierno de Manila en los años cincuenta de la isla de Mindanao con cristianos procedentes del norte, que usurparon las tierras de los musulmanes.
En 1969 se fundó el Frente Moro de Liberación Nacional que, a pesar de su nombre, no era una organización religiosa sino más bien regionalista. La brutal represión del gobierno desencadenó la lucha armada, siendo apoyado el movimiento guerrillero por países como Libia o Malasia.
En 1978 el Frente Moro se escindió, apareciendo el MILF, con el que el gobierno central mantuvo entonces una política discriminatoria parecida a la actual: negocia con los primeros mientras combate a los segundos.
Para ello en 1990 creó una región autónoma en Mindanao y seis años después firmó un acuerdo de paz con el Frente Moro de Liberación Nacional, que se incorporó a las instituciones, mientras continuó la represión contra los demás.
El año pasado se reprodujo la misma situación. El gobierno negoció con el MILF marginando al BIFF. Pero tras el choque del domingo es posible que las hostilidades se desencadenen contra ambos.