La mayor mina subterránea de México ha permanecido cerrada 11 años a causa de una huelga

Gómez Urrutia, el ‘minero de sangre azul’
La mina San Martín, la mayor mina subterránea de México, ha permanecido cerrada durante 11 años a causa de una huelga de los trabajadores. Actualmente se realizan obras para que pueda reabrir el año que viene.

La mina, sita en el estado de Zacatecas, tiene vetas de cobre, plata, plomo y zinc y su rehabilitación tendría un costo de unos 77 millones de dólares.

La explotación quedó paralizada en julio de 2007 por una huelga del Sindicato Nacional Minero, pero a principios de este año los trabajadores se reagruparon en un nuevo sindicato, la FNSI (Federación Nacional de Sindicatos Independientes), que puso fin a la huelga a petición de los trabajadores, lo que ha sido aprobado por los organismos de conciliación laboral.

Un portavoz del sindicato anterior dijo a la agencia Reuters que van a recurrir dicha resolución. “Los auténticos trabajadores mineros siguen en estado de huelga”, comentó en una rueda de prensa Napoleón Gómez Urrutia, secretario general del Sindicato Nacional Minero.

La fuga sindical ha puesto en evidencia a Gómez Urrutia, un personaje podrido hasta la médula al que llaman “el minero de sangre azul” porque no es minero y nunca lo fue; ni siquiera sabe lo que es trabajar. Nadie le votó para que asumiera el cargo de secretario general del Sindicato.

En 1979 tuvo su primer y único cargo, la dirección general de la Casa de Moneda, de la que fue despedido en 1992 a causa de ciertas “irregularidades”.

El sindicato minero de Gómez Urrutia es su propia mina de oro. En 2006 tuvo que abandonar México tras ser acusado por el gobierno de haberse apropiado de 55 millones de dólares de un fondo sindical que era propiedad de 20.000 mineros.

Huyó a Canadá, donde compró la nacionalidad y desde allá siguió manipulando el sindicato por control remoto. En su libro “Los amos de la mafia sindical”, el periodista Francisco Cruz Jiménez le describe de la siguiente manera: “Es, quizás, el único líder en el mundo que controla y dirige un sindicato millonario y poderoso a larga distancia a través de telegramas, llamadas telefónicas, teleconferencias, transmisiones vía Internet o, como bromean algunos de sus agremiados, señales de humo y hasta telepatía desde su autoexilio en la cosmopolita Vancouver, en la costa pacífica de Canadá”.

En 2014 la Interpol emitió una orden internacionial de captura en su contra a causa del fraude, pero naturalmente fue absuelto de actos criminales en 2014. No era un chorizo que huía con la pasta sino un perseguido político, así que regresó al circo como uno de los aliados del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y actualmente ocupa un escaño como senador.

Necesitaba el nuevo sillón porque le da patente de corso para sus chanchullos y chantajes. En su artículo 58 la Constitución de México establece que para ser senador es necesario ser mexicano y acreditar un periodo mínimo de residencia en el país, lo que Gómez Urrutia no cumplía (ni falta que hace).

En su familia y allegados le llaman cariñosamente “Napo”, aunque para la mayoría es “nepo”.

comentarios

  1. Mejor habla acerca de la tragedia en la mina de Pasta de Conchos y de cómo los dueños evadieron su responsabilidad atravez de acusar al líder minero y destruir su imagen en televisión

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