La orden (“clara, precisa y terminante”) se emitió al día siguiente de conocerse el recuento de los votos, que han dado el triunfo a Trump. A partir de ahí, el periódico libanés Al-Ajbar (2) elabora una serie de hipótesis que es conveniente tener en cuenta para comprender la situación.
La principal de ellas sostiene que, una vez eliminada la dirección, los militantes de Al-Nosra se incorporarían a otras organizaciones no contaminadas por la etiqueta “terrorista” que pesa sobre Al-Qaeda y podrían continuar con la presión sobre el gobierno de Damasco.
Sería una continuación de la política anterior de distinguir entre una oposición “moderada” y otra terrorista, incorporando a los miembros de Al-Nosra a la primera de ellas y permitiendo a Obama presentarse ante el mundo como el Presidente que mató a Bin Laden y, posteriormente, liquidó Al-Qaeda por completo, al mismo tiempo que el grueso de sus fuerzas podría seguir operativa bajo otras marcas.
Obama justificaría así el Premio Nóbel con el que le obsequiaron al comienzo de su mandato y pasaría a la historia como lo contrario de lo que ha sido: no el promotor del terrorismo sino quien logró erradicarlo.
Esta alternativa impediría que Trump tuviera que arrojarse en los brazos de los rusos para acabar con el terrorismo en Siria. Otro diario libanés, Al-Manar, dice algo parecido: Obama no quiere que Trump entregue Siria, y por extensión Oriente Medio, a los rusos.
(2) http://www.al-akhbar.com/node/267976