Los combatientes de Ansarolá y el Ejército yemení atacaron con misiles Scud la citada base, que hizo sonar las sirenas de alerta en la ciudad de Jamis Mushait, en respuesta a una ofensiva militar saudí.
El comandante del Ejército yemení anunció que los militares israelíes estaban colaborando con los saudíes para lanzar una bomba nuclear contra la montaña de Naqum, en Saná, la capital de Yemen, justo cuando el misil disparado desde el lado yemení impactó contra la base aérea saudí, matando a los oficiales israelíes y varios saudíes.
Además afirmó que los saudíes normalmente utilizan los aviones de guerra tipo F-16 de las fuerzas aéreas del régimen israelí para perpetrar ataques con bombas de neutrones.
Desde el inicio de la agresión saudí a Yemen, que ha causado la muerte de 4.000 yemeníes, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, expresó su apoyo a la ofensiva militar y el ejército de Israel ha proporcionado servicios de inteligencia a la aviación saudí.
Recientemente la revista “Veterans Today” reveló, además, que los aviones del régimen israelí podrían haber atacado con bombas de neutrones el territorio yemení. El pasado 25 de abril, Riad empleó la bomba llamada Moab, considerada el arma no nuclear más poderosa del mundo, en un ataque contra Yemen.
Además el régimen saudí reconoció haber utilizado bombas de racimo durante su ofensiva contra la población de Yemen.
Hasta ahora el único objetivo logrado por los bombardeos de la aviación saudí ha sido la destrucción de la escasa infraestructura de dicho país y el refuerzo de los grupos terroristas, como Al-Qaeda.