14 sindicatos de Níger exigen el cierre de las bases militares extranjeras

Catorce centrales sindicales de Níger han firmado una declaración conjunta en la que exigen ”la salida fulminante de todas las bases militares extranjeras en un futuro próximo, de lo contrario serán responsables de lo que les ocurra”.

Tras el nuevo atentado yihadista que costó la vida a diecisiete personas el pasado 10 de febrero, los sindicatos no comprenden que tanto los civiles como los militares puedan estar de luto “a pesar de la presencia de varias bases extranjeras en [nuestro] territorio”. Aunque no se señala directamente a Francia, ya que también están presentes estadounidenses, alemanes e italianos, no deja de estar en la mente de todos.

La postura sindical complicará aún más la tarea de Macron, que sigue trabajando en sus ratos libres, entre una reunión con Biden y otra con Zelensky, en la nueva estrategia militar de Francia en África Occidental, mientras que su fiel escudero, Jean Yves Le Drian, responsable en África desde hace diez años, querría vivir feliz como “experto”, comiendo la sopa boba del Instituto del Mundo Árabe.

Esto no ayudará a la presidencia de Mohamed Bazoum, a quien le reprochan su condición de lacayo de los colonialistas franceses. Es probable que se multipliquen las manifestaciones de rechazo a las fuerzas extranjeras, que no son nuevas en Niamey. El presidente nigerino ha conseguido frenar las movilizaciones prohibiendo las protestas de los partidos políticos, los sindicatos y los movimientos sociales.

En 2021 se prohibió una manifestación convocada por el movimiento “Pasemos Página” que pretendía rendir homenaje a los tres manifestantes muertos el 27 de noviembre en Tera, ciudad del oeste de Níger, tras los enfrentamientos con un convoy militar francés que se dirigía a Gao (Mali).

Níger alberga desde hace años varias bases militares extranjeras instaladas con el pretexto de la “lucha contra los yihadistas en el Sahel”. Francia y Estados Unidos tienen bases militares en Niamey, y Alemania, que tiene allí una base logística. Estados Unidos también tiene una gran base de drones en la región de Agadez (norte), cerca de Libia.

Las milicias están vinculados a Al Qaeda y al Califato Islámico, en el oeste, y, en el sureste, de Boko Haram y el grupo Califato Islámico en África Occidental (Iswap).

En 2016 en vísperas de la visita de Merkel a Níger se produjeron tres atentados terroristas en menos de una semana. No tiene sentido en un país que alberga bases aéreas y terrestres de las grandes potencias militares. Sorprende que los militares nigerinos no estén informados de la preparación de atentados contra sus posiciones.

Todos los focos de guerra están controlados por drones y aviones de vigilancia. Esto significa que no están allí para vigilar ni combatir nada. Los nigerinos se preguntan para qué sirven esas bases militares extranjeras y esas tropas.

La explicación es económica. Las bases llevan a cabo misiones de control del abastecimiento de materias primas. El subsuelo sahelo-sahariano es rico en recursos naturales. Desde uranio hasta petróleo, pasando por estaño, fosfato, sal, oro y muchos otros minerales. Esto explica las estrategias de posicionamiento, de toma de control, de cerco y contracerco en la definición de las apuestas imperialistas en el Sahel.

Las minas de la empresa francesa Orano (antes llamada Areva) en Níger abastecen una gran parte de las centrales nucleares francesas. Para garantizar la estabilidad de este abastecimiento, un destacamento de soldados franceses está destinado a proteger estas minas.

Alemania, el último país en entrar en Níger, está presente en la minería del uranio a través de la empresa Urangeselschaft, accionista de Somair (Société des Mines de l’Aïr). En carbón, están en proceso de hacerse con la central térmica de Salkadamna (en principio en manos estadounidenses).

Más allá de los recursos tradicionales de petróleo, carbón y uranio, Níger posee importantes yacimientos de metales raros que podrían atraer el interés de las grandes potencias imperialistas. Entre ellos figuran el galio, el disprosio, el niobio y el circonio. Estos metales se utilizan en la fabricación de los artilugios de alta tecnología, como teléfonos inteligentes, tabletas, satélites, etc.

La otra cuestión que subyace a la instalación de estas bases militares, y no la menos importante, es la lucha contra la inmigración clandestina hacia los países europeos y el narcotráfico. Las rutas del narcotráfico y de los emigrantes se cruzan en Níger. La cocaína producida en América Latina con destino a Estados Unidos y Europa transita por Níger (paso de Salvador).

Desde la caída de Gadafi ha aumentado la migración clandestina hacia Europa. Para luchar contra este fenómeno, los europeos están creando o financiando centros de detención o tránsito de migrantes en Agadez, Dirkou y Niamey. Así, la Unión Europea ha concedido a Níger 50.000 millones de francos CFA para financiar cinco proyectos en el marco del plan de acción de la cumbre de La Valeta (UE-África) sobre migración.

A cambio, Níger ha aceptado obstaculizar la libre circulación de los ciudadanos de África Occidental, en contra de las disposiciones de la Unión Monetaria y Económica de África Occidental. Peor aún, ha aceptado readmitir a los expulsados del territorio europeo. Níger sirve de frontera exterior a la Unión Europea. Esto sugiere que Níger se ha convertido en el gendarme de Europa en materia de seguridad y medidas contra la inmigración.

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