11-S: la pista saudí va tomando forma pero los hilos no quedan ahí

Poco a poco Estados Unidos va filtrando información sobre los atentados del 11-S que si bien desmienten la versión oficial, que nadie creyó jamás, están lejos de llegar al final del hilo. Es incuestionable que Al-Qaeda y los sátrapas de Riad, que son la misma cosa, fueron los responsables inmediatos de los crímenes. Queda saber quién permitió que actuaran en las mismísimas entrañas de Estados Unidos

Ayer el Ministerio de Justicia anunció que revelaría la identidad secreta de una persona sospechosa de haber ordenado a dos funcionarios saudíes que ayudaran a los miembros del comando del 11-S, lo que podría poner en peligro a la familia real saudí.

Los familiares de las víctimas de los atentados, que demandan a Arabia saudí por prestar asistencia material a Al Qaeda, han pedido que se levante el secreto que rodea a esta persona.

“A la luz del carácter excepcional de este caso”, el FBI y el Ministerio de Justicia han decidido satisfacerlos, según un documento enviado al juez encargado del caso.

Arabia saudí, que niega haber participado en los atentados, luchó en vano para impedir que la denuncia avanzara. Si se demostrara su responsabilidad, podría ser objeto de importantes exigencias de indemnización ante los tribunales de Estados Unidos.

De los 19 piratas que secuestraron cuatro aviones de pasajeros, dos de los cuales fueron lanzados a las torres gemelas del World Trade Center y mataron a casi 3.000 personas, 15 eran ciudadanos saudíes.

Un informe oficial de 2002 acusaba a dos funcionarios saudíes destinados en Estados Unidos, Omar Al-Bayumi y Fahad Al-Thumairy, de financiar a algunos miembros del comando. Pero no había pruebas que apoyaran estas acusaciones.

En un nuevo informe de una investigación, el FBI reintrodujo esta hipótesis en 2012. “Hay pruebas de que […] ordenó a Al-Bayumi y Al-Thumairy que ayudaran a los piratas”, asegura ahora el FBI.

Los familiares de las víctimas han luchado durante mucho tiempo para tener acceso a todo el documento.

El Ministerio de Justicia ha acordado levantar el secreto sobre el nombre de el personaje anónimo, pero mantenerlo sobre el resto de la información contenida en el informe. Además, el Ministerio señala que el informe era “una teoría de los investigadores de la época y no una descripción objetiva de los hechos”.

Las familias de las víctimas han acogido con satisfacción el anuncio de la próxima desclasificación. “Es un buen resultado”, dijo Terry Strada. “Pero no deberíamos tener que rogar por este tipo de información ni dejarnos a oscuras sobre la participación de Arabia saudí”, añadió.

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