Pero un continente muy alejado del Extremo Oriente, como África, mantiene muy buenas relaciones con Pyongyang, hasta el punto de que en Kampala, la capital de Uganda, hay una avenida a la que han puesto el nombre de Kim Il-sung, el fundador de Corea del norte.
El año pasado los intercambios comerciales de Pyongyang con África alcanzaron los 200 millones de euros, ciertamente, una cifra que no es muy elevada, pero no porque a los coreanos les guste, sino por el bloqueo.
El comercio de Corea con África se lleva a cabo, pues, a pesar del bloqueo. Por ejemplo, a través de la empresa Mansudae Overseas Project, los escultores coreanos erigen esas estatuas gigantescas por las capitales africanas más importantes. En Namibia son ellos los que han levantado el fastuoso Memorial dedicado a la independencia del país y en Senegal han esculpido un Monumento al renacimiento africano.
Para valorar el grado de independencia que muestra cualquier país, no hay más que comprobar sus vínculos con Corea del norte y el grado en el que se mantiene firme, a pesar de las presiones de los imperialistas. Algunos países, como Zimbawe y Uganda, han claudicado al chantaje imperialista, alejándose de cualquier relación con empresas coreanas.
Con otros el comercio marcha viento en popa. Dos conglomerados militares coreanos operan en Namibia desde el año pasado; Nigeria mantiene acuerdos de cooperación económica, así como Angola, Guinea ecuatorial, Eritrea y Etiopía, donde el gobierno de Pyongyang tiene varias cuentas bancarias abiertas a través de las cuales puede sortear el embargo económico.
Este año un informe de la ONU ha confirmado los intercambios económicos entre varios países africanos y Corea. Según la ONU, de los 54 países que hay en África, 11 no respetan el embargo comercial, hasta el punto de que los Cascos Azules en Centráfrica utilizan armamento norcoreano. Una auténtica paradoja que muestra el fracaso del bloqueo.
Los intercambios entre la República Democrática del Congo y Corea se realizan “a gran escala”, dice el informe de la ONU, que no ahorra calificativos para tapar su fracaso, al calificarlos de ilegales, clandestinos, contrabando… El armamento congoleño es de fabricación coreana casi en su totalidad.
En agosto del año pasado interceptaron en el Canal de Suez al carguero coreano Jie-Shun con armas destinadas al gobierno de Kabila escondidas en medio de 2.300 toneladas de limonita, una aleación de hidróxido de hierro microcristalino.
Los instructores de la guardia presidencial angoleña son norcoreanos, especialistas en artes marciales. Además, las empresas norcoreanas Mansudae Overseas Project y Korea Mining Development Trading Corporation construyen una fábrica de armas y centros de adiestramiento militar.
Corea del norte es un caramelo para los países africanos porque, a diferencia de otros vendedores de armas, incluidos Rusia y China, vende además adiestramiento y la tecnología necesaria para que puedan fabricar las armas por sí solos y no tengan que depender de las grandes potencias.
Las filtraciones de los medios de comunicación se centran en la venta de armas porque es sobre lo que mantienen una vigilancia especial, pero el comercio se basa también en la pesca y en las materias primas, de las que Corea del norte atesora una enorme cantidad que -de no ser por el bloqueo- le permitirían convertirse en el país más rico del mundo.
El impresionante comercio entre África y China sirve para romper, al menos en parte, el bloqueo. Una parte del comercio chino con el Continente Negro, que pasa a través de Hong Kong, es en realidad coreano. La ONU acusa a la embajada de Corea del norte en Pekín de financiar el transporte piezas de misiles hacia Egipto a través de la empresa china BLH Global Cargo Co.
El año pasado se confiscó un buque chino que transportaba armamento chino y coreano con destino a Eritrea. Lo que la ONU pretende con su informe es justificar la política de Trump y extender el bloqueo a Corea con el bloqueo de China, para lo cual enumera una serie de empresas de China y Hong Kong.
Otra de las pretensiones es volver el embargo del revés: que sean los países africanos los que interrumpan sus vínculos con Corea del norte, como ha hecho Estados Unidos con Egipto y Japón con Namibia. A cambio, los imperialistas sobornarían a los países africanos con buenas divisas.
Del mismo modo, tratan de que China se convierta en el brazo ejecutor de los imperialistas para presionar a los países africanos a fin de que sean ellos los que rompan sus vículos económicos con Pyongyang. De lo contrario, Corea del norte tiene un cheque en blanco en un Continente donde lo que predomina es el color negro.