El imperialismo se prepara para activar sus misiles contra la fuerza aérea siria que, a su vez, trabaja para optimizar no sólo los cazas Sujoi sino también los bombarderos estratégicos MiG.
Los sirios han acondicionado los interceptores MiG-25PDS, un verdadero mastodonte del cielo que Siria tiene la intención de utilizar contra las baterías de misiles que la OTAN ha desplegado en Idlib a la espera de un “incidente” que ponga fin a la tregua entre Ankara y Moscú. No parece probable que la situación de ni guerra ni paz en Idlib dure demasiado tiempo. Al menos todas las partes se preparan para una escalada bélica.
El miércoles fuentes rusas filtraron algunos de los secretos contenidos en la base aérea de Qamichli. Desde noviembre del año pasado, el ejército ruso ha estado trabajando para asegurar esta base, que está situada en la frontera turca en el extremo norte de los yacimientos petroleros de Hassakah, a pocos kilómetros de las fronteras del norte de Irak.
La base aérea rusa no sólo alberga un arsenal de helicópteros capaces de librar intensos combates en la zona, modernos sistemas de defensa aérea Pantsir-S, capaces de repeler no sólo los ataques aéreos sino también los ataques con misiles de crucero, sistemas de defensa aérea Tor-M2, aviones de ataque Su-25 y aviones de transporte militar Il-76.
En vista de la ubicación sumamente estratégica de la base, incluida entre Turquía, Siria y el Irak, los observadores creen que el sistema ruso de defensa contra misiles abarca no sólo el este de Siria sino también el oeste de Irak.
El miércoles Al-Masdar informó de la llegada de un enorme convoy militar ruso al noreste de Siria y dijo que el personal y el equipo a bordo tenían por objeto “garantizar el paso seguro de las patrullas militares rusas” regularmente acosadas y amenazadas por Estados Unidos y sus yihadistas de Al-Qaeda.
El convoy ruso se repartirá entre Hassakah, Raqqa y Tell Tamar.
En Deir Ezzor y Homs, la resistencia también se prepara. La frontera sirio-irakí ha sido escenario de la retirada de las tropas estadounidenses en el paso fronterizo de Qaem/Abou Kamal, mientras que los auxiliares del ejército estadounidense vinculados a los yihadistas de Maghaweir Al-Thura lanzaron un ataque a gran escala contra el este de Homs antes de ser repelidos por el ejército sirio y sus aliados de la resistencia.
Según el diario sirio Al-Watan, los yihadistas atacaron los suburbios de la ciudad de Al-Sujna, al este de Homs, la estación de bombeo T-3 y la estratégica autopista M-20 que une Homs con la provincia de Deir Ezzor, con el objetivo de cortar todos los enlaces entre Deir Ezzor y el corazón estratégico de la resistencia, a saber, Homs, donde el aeropuerto T-4 es uno de los principales emplazamientos de la defensa antiaérea.
El esfuerzo estadounidense por romper las defensas sirias en el este continúa, especialmente desde que un doble ataque con drones de la resistencia de principios de marzo tomó a Estados Unidos por sorpresa, ya que creen que pueden permanecer definitivamente en Al-Tanf. El Eje de la Resistencia y Rusia podrían abrir en los próximos días un doble frente en Hassakah y Deir Ezzor.
En la autopista M4 también aumentan los actos de sabotaje por parte de los yihadistas auspiciados por Ankara, que han llegado a poner precio a la cabeza de los periodistas y soldados rusos, diciendo que están dispuestos a pagar hasta 100.000 dólares a cualquiera que pueda traerlos vivos o muertos.