Esta historia se ha plasmado en un libro ilustrado que verá la luz en septiembre. Sus autores son el historiador Jordi Albadalejo y el ilustrador Toni Benages, ambos badaloneses. También incluirá un prólogo escrito por el escritor Julià de Jòdar. El Museu de Badalona se encarga de la edición.
“No existe ninguna monografía escrita que relate este suceso”, asevera Margarida Abras, directora del Museu de Badalona. La obra saca a luz un episodio histórico que, según sus autores, es muy poco conocido. “En cualquier otro país se habría hecho una película contando esta historia, en cambio aquí la gente no sabe ni qué pasó”, lamenta Albadalejo. Según el historiador, el libro quiere dar a conocer las demandas de aquellos trabajadores y las causas de la represión que provocaron la muerte de cuatro obreros de la fábrica. Eran Pius Bel, Josep Gatell Josepet, Emilio Segarra y Francesc Terrades.
Entre 1915 y 1916 la organización sindical ganaba fuerza en Badalona. La Primera Guerra Mundial provocó un augmento de los precios de los productos de primera necesidad y el empobrecimiento de los obreros se tradujo en un aumento de la lucha de clases y la solidaridad entre las clases populares. En la Fábrica Cros, dedicada a los productos químicos, los trabajadores convocaron una huelga en agosto de 1918 para reclamar sus derechos laborales.
El paro duró dos meses y fue secundado de forma mayoritaria por el millar de trabajadores de esta industria. Más allá de los muertos y heridos, también acabó con centenares de despidos. La reivindicación de la Cros y la indignación obrera por su represión fue un precedente clave para la huelga de la Canadenca, que tuvo lugar en Barcelona seis meses después y es famosa por haber logrado acotar las jornadas laborales a ocho horas diarias.
La noche del 26 de agosto, mientras se celebraba un pleno municipal, los huelguistas se manifestaron en plaza de la Vila ante la vigilancia de la Guardia Civil, que dispersó la concentración por la fuerza. Argumentaban que había habido violencia por parte de los obreros, una versión que en Badalona nadie creyó. El alcalde de Badalona, Jaume Martí i Cabot, dimitió como protesta por la fuerte represión ejercida por la policia.
La prensa local, tanto la conservadora como la revolucionaria, apoyó la versión de los trabajadores. “Desde La Colmena Obrera hasta las publicaciones afines a la Lliga Regionalista coincidieron de forma unánime en que la Guardia Civil había actuado sin razón alguna. En cambio, la mayoría de prensa generalista daba apoyo a la versión del Gobernador Civil”, asegura Albadalejo.
Uno de los dibujos más significativos que recoge el libro es justamente el de la carga policial frente al Ayuntamiento. La publicación cuenta con 11 ilustraciones de estilo realista, trabajadas a dos tintas y con el rojo como base cromática. “Al ilustrar esta escena hago un pequeño homenaje a la obra La Carga de Ramón Casas”, confiesa el ilustrador Toni Benages.
Los autores aseguran que el trabajo de documentación ha sido muy importante para la elaboración del libro. En el caso de las ilustraciones, la tarea ha sido complicada ya que apenas existen fotografías de aquella huelga. “Me he basado en imágenes de la época de los escenarios de los hechos”, asegura Benages.
Para Albadalejo, el episodio de la huelga en La Cros fue muy importante para la lucha a favor de la clase obrera. También para conseguir, ya en 1936, que la empresa química badalonesa reconociera al sindicato de trabajadores. “No debemos olvidar nunca cuánto ha costado obtener ciertos derechos”, concluye el historiador.
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