El Parlamento de Vietnam ha aprobado el trazado de una línea ferroviaria estratégica que conectará el puerto de Haiphong con la frontera china, a través de Hanoi. Ambos países mantienen buenas relaciones, a pesar de las arduas disputas territoriales en el Mar de China Meridional.
El ferrocarril tendrá casi 400 kilómetros y servirá para conectar las principales instalaciones industriales vietnamitas, donde se encuentran Samsung, Foxconn, Pegatron y otros grandes monopolios mundiales de la electrónica, muchos de los cuales dependen de la llegada regular de componentes procedentes de China.
China financiará parte del proyecto con préstamos procedents de la Rutas de la Seda. El costo total de la construcción se estima en más de 8.000 millones de dólares.
La infraestructura del transporte vietnamita es una herencia del colonialismo francés. Está obsoleta y es de mala calidad. Ha acabado por convertirse en un obstáculo importante para el desarrollo económico vietnamita.
El nuevo eslabón ferroviario reforzará las cadenas internacionales de suministro, que ahora se ven obstaculizadas por su dependencia del transporte por carretera, más lento y costoso y propenso a los atascos fronterizos.
China proporciona gran parte de las materias primas que alimentan al sector industrial vietnamita, y un enlace ferroviario moderno en Vietnam interesa a ambas partes, además de favorecer las exportaciones vietnamitas a los mercados mundiales a través del puerto de Haiphong.
La nueva línea entrará en funcionamiento en 2030 y los trenes destinados al transporte de pasajeros y mercancías correrán a 160 kilómdetros por hora, frente a los 50 de la línea actual.
Otra línea a China, que aún no ha sido aprobada por el Parlamento, debe finalmente unir Hanoi con la provincia de Lang Son, fronteriza con la región de Guangxi, en China. Pasaría por otra gran zona industrial vietnamita con muchos monopolios extranjeros. Vietnam también está planeando construir una línea de tren de alta velocidad desde Hanoi a la ciudad de Ho Chi Minh, la capital económica del sur, a un costo de 67.000 millones de dólares. El objetivo del proyecto es reducir el tiempo de viaje entre las dos metrópolis de 30 a 5 horas.
En los últimos años el gobierno de Hanoi se ha acercado a Washington económica y estratégicamente, aunque también pretenden mantener el equilibrio con China. A finales de 2023 ambos países firmaron más de 30 acuerdos comerciales y de defensa.
Con un crecimiento del 7 por cien el año pasado, impulsado por las exportaciones, Vietnam quiere consolidar su auge económico. La mejora de la infraestructura de transporte y las líneas ferroviarias con China son claves para lograrlo.