Un submarino de la Marina británica emerge en las cercanías de un buque ruso

La Marina de Guerra de rusa ya escolta a los mercantes y petroleros para asegurar la continuidad de sus exportaciones. Después de unirse a la fragata Almirante Golovko, que transporta misiles hipersónicos Zircon, y al petrolero Vyazma en el Canal de la Mancha, el buque ruso Yantar apagó su dispositivo AIS (Sistema de Identificación Automática), que permite localizar a los barcos, y zarpó hacia las costas de Irlanda bajo la vigilancia del cazaminas británico Cattistock, al que se unió el barco patrullero Tyne.

Luego, tras reactivar brevemente su AIS, el Yantar fue avistado al sur de la Isla de Man, es decir en una zona atravesada por una veintena de cables submarinos de telecomunicaciones, interconexiones eléctricas y gasoductos que conectan Irlanda con Reino Unido.

En la jerga de la OTAN, los buques espía siempre son rusos, mientras que a los suyos los llaman de “vigilancia marítima”, aunque su tarea sea espiar a los anteriores. En el caso del Yantar, está operado por la Dirección Principal de Investigación de Aguas Profundas, y la Marina británica reforzó su control, enviando un buque de vigilancia de los fondos marinos RFA Proteus, así como el avión espía Poseidon, al que los medios occidentales presentan como un aparato de “patrulla marítima”.

Como el Yantar estaba dentro de su zona económica exclusiva, Irlanda desplegó el patrullero James Joyce y un CN-295 dedicado a la vigilancia marítima. Los buques fueron reforzados por el buque hidrográfico estadounidense Bruce Heezen.

Unas semanas más tarde, cuando el carguero ruso Ursa Major acababa de hundirse frente a las costas de España tras una explosión en su sala de máquinas, el Yantar fue avistado en Argel el 11 de enero. Al parecer, a bordo se encontraba el contralmirante Alexander Konovalov, comandante de la 29 Brigada de submarinos.

Luego el Yantar fue avistado cerca del lugar del hundimiento del Ursa Major. La OTAN sospecha que utilizó sus dos minisubmarinos para explorar el naufragio. En cualquier caso, permaneció allí hasta el 16 de enero, bajo la vigilancia del mando marítimo de la OTAN, y en particular bajo la de un avión de patrulla marítima Atlantique 2 de la Marina francesa.

Concluidas sus investigaciones, el Yantar abandonó el Mediterráneo el 17 de enero, antes de ser avistado cuatro días después, a 25 millas náuticas al norte de Guernsey. Actualmente se encuentra en el Mar del Norte, y no se sabe si regresará directamente a su puerto base, Olenya Guba, o si continuará su misión.

En este contexto, el 22 de enero el ministro de Defensa británico, John Healey, amenaza a Rusia. “Mi mensaje al presidente Putin es claro. Sabemos lo que están haciendo y no dudaremos en tomar medidas enérgicas para proteger a Reino Unido”, dijo, tras señalar que el Yantar había sido monitoreado por la fragata Somerset y el HMS Tyne durante su tránsito por el Canal de la Mancha.

“La seguridad nacional es el primer deber de nuestro gobierno […] Junto con nuestra Fuerza Expedicionaria Conjunta y nuestros aliados de la OTAN, estamos reforzando nuestra respuesta para garantizar que los barcos y aviones rusos no puedan operar de forma encubierta cerca del territorio de Reino Unido o de la OTAN», insistió Healey. “Seguiremos exponiendo las actividades malignas de Putin, tomando medidas enérgicas contra la flota fantasma de Rusia para evitar la financiación de su invasión ilegal de Ucrania”, añadió.

El ministro anunció que la Royal Air Force desplegará aviones espía Poseidon y Rivet Joint como parte de la Operación Centinela del Báltico, iniciada por la OTAN con el pretexto de la rotura deliberada de los cables submarinos por parte del petrolero Eagle S en el Mar Báltico.

Sin embargo, tanto los dirigente estadounidenses como los europeos han reconocido que las recientes rupturas de cables en el Mar Báltico fueron accidentales y no debidas a ningún sabotaje.

Pero al gobierno de Londres eso le importa un bledo. El Ministerio de Defensa ha retomado las actividades llevadas a cabo por el Yantar mientras se encontraba en las proximidades de la Isla de Man. En un acto de piratería el barco ruso fue capturado con el pretexto de que merodeaba sobre infraestructura submarina en aguas británicas.

“He autorizado a un submarino de la Marina Real a salir a la superficie cerca del Yantar, estrictamente como medida disuasoria, para dejar claro que estamos vigilando en secreto cada uno de sus movimientos”, reveló el ministro británico en la Cámara de los Comunes. “Quiero ser claro: este es un barco espía ruso que se utiliza para reunir información y mapear infraestructura submarina crítica del Reino Unido”, añadió.

El nombre del submarino involucrado no ha sido especificado por el Ministerio de Defensa. Es posible que se tratara del submarino de ataque de propulsión nuclear Triumph, dado que se encontraba en el mar en el momento del abordaje.

Healey también anunció que las provocaciones han pasado a convertirse en el sello de la Marina británica. Ha cambiado a las reglas de combate de los buques de guerra para que puedan acercarse más a los buques rusos e intimidarles.

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