El paracaidista formaba parte del 13 Regimiento de Dragones y cayó en combate, según la información oficial.
Es un camelo que el paracaidista haya caído justo “en la frontera” entre ambos países. Ha muerto en Siria, pero el gobierno francés no quiere admitir que ha invadido el país militarmente.
Francia inició abiertamente la Operación Chammal en Irak en setiembre de 2014 y un año después en Siria, tras varios años de mentiras y engaños oficiales sobre la invasión militar de Siria, tomando como excusa los ataques terroristas cometidos sobre suelo francés.
El recorrido de las mentiras empezó admitiendo que el ejército había atacado a ambos países, pero sólo mediante bombardeos y otros ataques aéreos. Además empezaron diciendo que intervenían “a petición del gobierno irakí”.
Luego continuaron admitiendo que también adiestraban tropas irakíes y kurdas sobre el terreno. Era la coartada de los “consejeros militares” que invocaron Estados Unidos y Gran Bretaña.
El dispositivo admite que hasta el año pasado habían realizado 4.000 horas de vuelo, 2.000 avituallamientos en el aire y 116 misiones de reconocimiento.
También admitieron que había al menos un buque de guerra emplazado en el Mediterráneo oriental, una fragata de defensa aérea Forbin, y otra en el Golfo Pérsico, la Jean Bart. Según datos oficiales, el despliegue supone un total de 1.000 militares operando desde Jordania y Emiratos Árabes Unidos, lo cual es falso. Al menos, hay 3.500 y un centenar de ellos se reparten entre Bagdag y Erbil, donde dirigen los pasos de los pershmergas kurdos.
Hay más bombardeos franceses en Siria de los que hubo en Líbano en 2011 con menos aviones, hasta el punto de que a finales de 2015 Francia tuvo que pedir más municiones a Estados Unidos porque las que tenía en Siria se habían entregado a Arabia saudí para que bombardeara Yemen.
En árabe “chammal” es un viento característico del norte del Irak. A los franceses les gusta poner nombres locales a sus operaciones de agresión contra terceros países.
El riesgo latente de un invasor en países extranjeros es que sus soldados también puedan morir. Lo denigrante es que los dirigentes de estos países agresores mientan en qué territorios se mueven y atacan violando países con sus aparatos de guerra y destrucción con los que no hay una declaración oficial de guerra.