El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, firmó una declaración de guerra contra Rusia el pasado 24 de marzo. El documento que firmó se conoce como Decreto 117/2021, y no se leerá nada al respecto en los medios masivos, que se han dedicado a contarlo al revés.
Declaración de guerra
Dicho Decreto, que puede consultarse en la web oficial del gobierno ucraniano, dispone «Aplicar la decisión del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania de 11 de marzo de 2021 «Sobre la estrategia de desocupación y reintegración del territorio ocupado temporalmente de la República Autónoma de Crimea y la ciudad de Sebastopol«.
Básicamente, este decreto convierte en política oficial del gobierno de Ucrania recuperar Crimea por la fuerza.
Esta es sin duda una declaración de guerra contra Rusia, y Zelensky nunca habría firmado un documento de este tipo sin la aprobación de la administración Biden.
Tras la firma del Decreto 117/2021, se ha comenzado a ver un ingente despliegue de tropas rusas tanto en Crimea como en las zonas del este de Ucrania, controladas por las fuerzas del Donbas.
¿Agresión rusa?
El Presidente de Rusia Vladimir Putin se está tomando muy en serio la declaración de guerra de Zelensky, pero los medios corporativos occidentales están manipulando los hechos y están responsabilizando a la «agresión rusa» del movimiento de tropas en la región.
Pero la verdad es que Rusia nunca hubieran hecho ninguno de estos movimientos si la administración Biden no hubiera dado luz verde a Zelensky para firmar el Decreto 117/2021.
Y lo que la mayoría de la gente en Europa Occidental y Estados Unidos no sabe es que la lucha ya ha comenzado en Ucrania. El alto el fuego que se acordó en julio de 2020 ha sido violado cientos de veces durante la última semana.
Se rompió el alto el fuego
La Misión de Vigilancia Especial civil de la OSCE en Ucrania ha informado de cientos de violaciones del alto el fuego en los últimos días. El 26 de marzo, cuatro soldados ucranianos murieron y otros dos resultaron heridos en la parte oriental del país, en respuesta a un ataque a los drones de reconocimiento de la OSCE en Lugansk días antes.
El ejército ucraniano dijo que sus soldados fueron alcanzados por un ataque de mortero que atribuyó a las tropas rusas. Rusia niega tener presencia militar en el este de Ucrania, aunque respalda tímidamente a las fuerzas de la República Popular de Donetsk.
El guión parece calcado al de otras aventuras militares occidentales en la región, recordando a lo ocurrido en la guerra con Georgia en 2008. Ha sido precisamente a partir de esta declaración de guerra que el Comando Europeo de los Estados Unidos, casi sincronizadamente, ha elevado su estado de alerta al nivel más alto después de que se reanudaran los combates.
Biden es un exaltado belicista que muestra signos de deterioro cognitivo avanzado, y está rodeado por un equipo de lobbystas del aparato militar industrial que están decididos a dar una lección a Putin.