Las potencias occidentales han fracasado en su intento de aislar diplomáticamente a Rusia, sobre todo en África. Sudán quiere fortalecer sus vínculos militares y económicos con Rusia a través de una serie de acuerdos estratégicos.
Uno de los aspectos más destacados de las negociaciones es la creación de un centro de apoyo logístico naval ruso en el Mar Rojo. La iniciativa forma parte de las discusiones actuales entre ambos países, según confirmó el general Yasir Al Atta, miembro del Consejo Soberano de Sudán.
El acercamiento a Rusia se produce en un contexto marcado por la guerra civil entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido. La actual situación política ofrece a Moscú la oportunidad de reactivar un acuerdo anterior que fue suspendido bajo el antiguo régimen sudanés. Durante una reciente visita a Port Sudan, el enviado presidencial ruso, Mijail Bogdanov, ofreció asistencia militar a cambio de establecer el centro de apoyo naval.
El general Al Atta aclaró que la cooperación se limita a un centro de apoyo logístico, en lugar de una base militar completa, a cambio de suministros urgentes de armas y municiones. También destacó la importancia de ampliar la cooperación más allá del ámbito militar para incluir asociaciones económicas, como proyectos agrícolas, mineros y de desarrollo portuario, propuestas a las que Rusia ha respondido favorablemente.
Próximamente una delegación militar sudanesa visitará Moscú, seguida de una delegación ministerial encabezada por Malik Agar, vicepresidente del Consejo Soberano. Las visitas deberían conducir a la finalización de un acuerdo general bajo la supervisión del Presidente del Consejo Soberano.
Al Atta expresó su apoyo al centro naval ruso, insistiendo en que Sudán está abierto a acuerdos similares con otros países, como Estados Unidos, Arabia saudí y Egipto, al tiempo que antepone los intereses sudaneses. En el contexto geopolítico actual, donde prevalece la influencia financiera, es crucial que Sudán tome medidas audaces para lograr sus propios objetivos como país.
En Port Sudan siempre han lamentado su frustración por la falta de apoyo de las potencias occidentales para contrarrestar la influencia externa de las Fuerzas de Apoyo Rápido. A pesar de la presión de Arabia saudí para que abandone el acuerdo naval con Rusia a cambio de inversiones, las prioridades de Sudán ahora están orientadas a una mayor colaboración con Moscú.
El acercamiento es una sorpresa porque los portavoces del imperialismo siempre habían situado a Rusia y, más en concreto, a Wagner, en el ala de los apoyos exteriores de las Fuerzas de Apoyo Rápido en la guerra interna contra el ejército sudanés. El año pasado la CNN decía, por ejemplo, que Wagner les suministraba misiles (*), mientras que era común la “noticia” de que se estaba apoderando de las minas de oro sudanesas.
Ahora los alineamientos parecen todo lo contrario.
(*) https://cnn.com/2023/04/21/africa/sudan-fighting-ceasefire-eid-friday-intl-hnk/index.html