Resulta que en una democracia burguesa formal, o sea, que guardan las formas por lo menos, como la inglesa, se convoca un referéndum para que el pueblo decida si quiere salirse de la Unión Europea o seguir en ella, convocado por un Gobierno conservador (aunque dividido en sus filas al igual que la “izquierda”), y lo pierde. Inmediatamente se tacha al premier británico, David Cameron (que ya ha dimitido, por cierto) de “irresponsable”, sobre todo desde el Estado español y es que, se ha oído decir, “los referéndums los carga el diablo”, como las escopetas, al parecer. No importa el referéndum en sí ni lo democrático que supone en sí mismo, algo que no se debería discutir si se va de “demócrata” por la vida, sino que el hecho de convocarlo es un acto “irresponsable”. Y, sobre todo y encima, si el resultado de la consulta es negativo para la Europa de los mercaderes. Esos referéndums dan pie al “populismo” -nuevo mantra que aquí se adjudica a “Podemos” cuyo líder, Iglesias, acaba de decir que ellos son “la ley, el orden y las instituciones” frente a los “antisistema” que serían “la casta”, un auténtico liante si no se estuviera ya avisado de las mañas de estos tahúres- o a partidos de extrema derecha europeos que se suben al carro para pedir referéndums en sus países.
Afortunadamente, en España no ocurren estas cosas. El Gobierno, el que sea no importa su pelaje, es “responsable” y, por tanto, nos ahorrará la aventura de preguntarnos que qué cojones opinamos sobre esto, lo otro o lo de más allá (no vaya a pasar como los referéndums que se convocaron sobre la adhesión a Europa que rechazaron algunos países y volvieron a convocar hasta que saliera el “sí” gubernamental aburriendo al personal). Esto no es Suiza. Ni la “Pérfida Albión”, Gran Bretaña donde ya se arriesgó el Gobierno de Cameron con Escocia, y le salió bien, pero ahora no, ahora ha provocado un “terremoto”. Ya será menos…
Buenas tardes.