
Las armas químicas declaradas por Siria fueron destruidas en su totalidad el año pasado. Así lo certificó en ese momento la OPAQ en un comunicado, añadiendo algo aún más interesante: el gobierno de Siria no tiene armas químicas ni capacidad para fabricarlas.
Igualmente, la empresa estadounidense contratada por la OPAQ para eliminar parte del arsenal de armas químicas, Veolia, informó el año pasado sobre la eliminación de 75 cilindros de fluoruro de hidrógeno en sus instalaciones en el estado norteamericano de Texas.
La destrucción total de todas las armas químicas declaradas por el gobierno de Siria fue completada el año pasado tras la demora del proceso por la falta de una solución para tratar un número de cilindros en condición deteriorada y peligrosa.
La OPAQ confirmó en junio del año pasado que las reservas de sulfuro de mostaza habían sido retiradas definitivamente de Siria.
El embajador sirio ante la ONU confirmó que Siria sigue cumpliendo con las responsabilidades asumidas luego de su adhesión a la OPAQ en 2013.
Siria envió más de 90 cartas a la ONU con pruebas de la posesión de sustancias químicas tóxicas por parte del Frente Al-Nosra y el Califato Islámico.
El encargado de negocios interino de la delegación siria ante la ONU condenó la falsificación de los hechos y la fabricación de las acusaciones y confirmó que Siria continúa cumpliendo todos los compromisos exigidos por la OPAQ.