En Europa el crecimiento del número de usuarios de pago de ChatGPT, el producto estrella de la industria de la inteligencia artificial, se ha estancado desde el mes de mayo. Es otra advertencia sobre la dificultad para recuperar las gigantescas inversiones realizadas y el estado de quiebra de OpenAI y de todo un sector industrial.
ChatGPT podría haber alcanzado ya su punto máximo de atracción de nuevos usuarios de pago. La semana pasada Sam Altman, director de OpenAI, anunció que los usuarios activos semanales de ChatGPT habían superado los 800 millones, pero el número de usuarios de pago se ha ralentizado considerablemente y el crecimiento de los ingresos aún está muy por debajo del de plataformas de streaming como Spotify y Netflix.
La valoración de OpenAI ha alcanzado los 500.000 millones de dólares, acercándose a la capitalización de mercado de Netflix, pero su escala de ingresos y su base de suscriptores de pago se quedan muy por detrás. Esto pone de relieve la contradicción fundamental que enfrenta este sector industrial: la creciente brecha entre la influencia tecnológica y la rentabilidad comercial.
El equipo dbDataInsights de Deutsche Bank ha rastreado los datos de gasto de los usuarios en cinco mercados europeos, entre ellos España, y ha descubierto que, desde mayo, el crecimiento del gasto mensual en ChatGPT se ha frenado significativamente.
Una desaceleración estacional similar se produjo entre julio y agosto del año pasado, atribuida a una disminución de las vacaciones escolares del verano. Sin embargo, el año pasado el gasto repuntó considerablemente en junio y mostró una clara recuperación en septiembre. En cambio, no se observó ningún repunte durante el mismo período de este año, lo que indica que el estancamiento podría ser estructural y no estacional.
El banco ha comparado la valoración y la escala comercial de OpenAI con las de las principales plataformas de streaming. La capitalización de mercado de Netflix es de 500.000 millones de dólares, tiene más de 300 millones de suscriptores de pago y unos ingresos proyectados de 45.000 millones de dólares para este año.
Para Spotify la capitalización de mercado es de 144.000 millones de dólares, con 276 millones de suscriptores de pago y unos ingresos proyectados de más de 17.000 millones de dólares.
Por el contrario, en abril OpenAI tenía unos 20 millones de usuarios de pago en todo el mundo, con ingresos muy por debajo de los niveles de Netflixo o Spotify. Por lo tanto, su valoración, estimada en 500.000 millones de dólares, es desproporcionadamente alta en comparación con sus ingresos.
Si bien la base de usuarios activos semanales de ChatGPT ha crecido de 500 millones en marzo a 800 millones, el verdadero desafío radica en convertir ese tráfico masivo en suscriptores de pago.
El crecimiento de la inteligencia artificial se debe a la curiosidad y la adopción gratuita, pero su límite máximo está determinado por la retención de usuarios a largo plazo… una vez que comienza la monetización.
El desafío no es el algoritmo, sino el modelo de negocio. El progreso de las fuerzas productivas no se traduce automáticamente en beneficios. Los especuladores quieren recuperar el dinero que han invertido, y si el frenazo en el crecimiento de usuarios de pago continúa, se podria pinchar la burbuja.
El efecto contagio será mucho peor que en 2000 y 2008
La otra cara de la moneda es que quienes han invertido en este sector, no se han sacado el dinero de su bolsillo, sino que se han endeudado. Es la burbuja de la burbuja, 17 veces mayor que la de las puntocom en 2000 y cuatro veces mayor que la crisis inmobiliaria de 2008, según un análisis de MacroStrategy Partnership.
Si bien muchos creían que las empresas de inteligencia artificial estaban creciendo gracias a la financiación de capital privado, aislando así la burbuja de la economía en general, Goldman Sachs afirma que 141.000 millones de dólares de los 500.000 millones de dólares en inversiones en inteligencia artificial de este año proceden de deuda.
Eso significa que al menos el 30 por cien de la inversión actual se financia con deuda. La burbuja de la inteligencia artificial ha crecido más rápido que la de otros sectores, con una deuda que la vincula directamente con los principales bancos y los fondos buitre. La burbuja es mayor que la que toda la industria consumió el año pasado.
Por ejemplo, Meta/Facebook busca recaudar 26.000 millones de dólares en deuda a través de una entidad de propósito específico para finales de este año, lo que representa el 5 por cien del total de la inversión anual de capital de la industria en una sola transacción realizada por una sola empresa.
El efecto contagio puede ser catastrófico, mucho más allá de las industrias tecnológicas. La crisis de 2008 devastó la economía mundial debido a la interconexión de la deuda, causando la pérdida de 27 millones de empleos en todo el mundo.
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