El periodista Patrick Lagacé |
El dispositivo es un cripto-teléfono, aparatos de tipo IMSI capaces imitar una conexión telefónica para interceptar llamadas de voz e intercambio de datos desde móviles.
El Servicio de Inteligencia de Seguridad y la Gendarmería han abierto sendos atestados para investigar el espionaje. El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, ha manifestado que el dispositivo no ha sido instalado por los servicios canadienses ni autorizado por ellos.
En declaraciones a la agencia QMI el ministro se ha negado a especular sobre la posibilidad de que los autores pe rtenezcan a un país extranjero o al crimen organizado.
Además del Parlamento canadiense, el dispositivo de escucha también podía captar los intercambios telefónicos de las embajadas cercanas. El ministro ha reconocido que no hay en Canadá ningun otro lugar con tal concentración de edificios en los que se mantengan conversaciones confidenciales.
El gobierno canadiense ha tratado de relativizar el espionaje asegurando que los organismos oficiales no intercambian datos a través de correo o las líneas telefónicas.
En noviembre del año pasado se reveló que la policía canadiense había estado espiando el móvil del periodista de Patrick Lagacé, del diario La Presse. Desde inicios del año la policía emitió 24 órdenes de vigilancia para obtener todos los números de llamadas hechas desde y hacia el móvil de dicho periodista, sobre quien realizó seguimientos directos.
A raiz del escándalo se conoció que al menos otros ocho periodistas más habían sido controlados por la policía canadiense.