Rusia y Estados Unidos han llegado a un acuerdo sobre la navegación en el Mar Negro

Rusia y Estados Unidos han llegado a un acuerdo sobre el Mar Negro, que tiene por objeto garantizar la seguridad de la navegación mercantil y prohibir el uso de barcos comerciales con fines militares.

El texto de la declaración, llamada Iniciativa del Mar Negro, se publicó el lunes en el sitio web del Kremlin después de las consultas de Riad.

Ambas partes se han comprometido a garantizar la seguridad de la navegación en el mar Negro, abstenerse de recurrir a la fuerza y prohibir el uso de buques comerciales con fines militares, al tiempo que establecen medidas de control adecuadas mediante inspecciones de los buques.

Según el asistente del presidente ruso, Yuri Uchakov, los negociadores se concentraron en la reanudación de la iniciativa cerealera del Mar Negro, vigente en 2022 y 2023. Aunque los países occidentales dijeron que se trataba de garantizar la seguridad alimentaria en el mundo, se quedaron con la mayor parte de los cereales ucranianos. En España, por ejemplo, el cereal ucraniano se utilizó para alimentar las granjas de cerdos y secaderos de jamón.

El Kremlin exige garantías muy precisas, verificables y eficaces, declaró Lavrov en una entrevista, que “no pueden resultar más que de una orden de Washington” dirigida a Zelensky. Ucrania no es fiable, dijo Lavrov; sólo EstadosUnidos puede proporcionar garantías.

Rusia se retiró del acuerdo en julio de 2023 porque sus derechos no fueron respetados, aunque está a favor de reanudar la Iniciativa del Mar Negro. Los negociadores rusos recordaron a Estados Unidos las razones del fracaso de la Iniciativa del Mar Negro y declararon que esperan que esta vez no haya “ninguna ambigüedad”, ni cambios de opinión de última hora.

En virtud del acuerdo sobre los cereales de 2022 y 2023, las medidas discriminatorias dirigidas al suministro de los mercados mundiales de fertilizantes y productos agrícolas rusos debían ser levantadas. Sin embargo, en lugar de abogar por el levantamiento de unas sanciones ilegales, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, optó por buscar fallas en las sanciones, aplicándolas de hecho, lo cual es inaceptable para cualquier miembro de la ONU, y mucho más en el caso del secretario general.

El memorándum ONU-Rusia sobre la necesidad de eliminar los obstáculos a las exportaciones de cereales y fertilizantes provenientes de Rusia “está en vigor desde hace tres años y seguirá en vigor hasta julio de este año”. Sólo hace falta que Guterres se lo lea y aplique. Pero eso es mucho pedir a un lacayo de dilatada trayectoria, como el portugués.

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