”Las fuerzas armadas sirias recibirán en un plazo de dos semanas un sistema de misiles antiaéreos SS-300, capaz de interceptar medios de ataques aéreos a una distancia superior a 250 kilómetros y atacar simultáneamente varios objetivos”, dijo el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, en una declaración.
Shoigu dejó claro que la decisión de dotar a Siria con los SS-300 se toma en represalia por el ataque aéreo israelí contra instalaciones sirias que hace una semana derribó un avión militar ruso con 15 ocupantes a bordo.
Pero lo interesante de la declaración llega cuando Shoigu precisa: “Quiero subrayar que en 2013 habíamos suspendido el suministro de los SS-300 a Siria a petición de la parte israelí. Ahora la situación ha cambiado, y no por nuestra culpa”.
Un año antes del inicio de la guerra, en 2010 Rusia se había comprometido a entregar las baterías SS-300, lo que suspendió en 2013, en plena guerra.
Actualmente, Rusia tiene desplegados los SS-300 alrededor de la base naval de Tartous y los SS-400 en la base aérea de Hmeimimim, en el oeste.
Además, el ejército ruso ha suprimido los radares y los sistemas de comunicación de la aviación militar que opera en las zonas del Mediterráneo próximas a las costas sirias, es decir, en el este.
Es una advertencia claramente dirigida contra Israel porque la aviación estadounidense, británica y francesa opera principalmente en el este.
Rusia espera que la llegada de los SS-300 a Siria “enfríe las ‘cabezas calientes’ contra actuaciones que ponen en peligro a nuestros militares”, afirmó Shoigu, en otra clara advertencia a Israel. ”De lo contrario nos veremos obligados a reaccionar según la situación”, recalcó.
Nada más conocerse la declaración, Netanyahu ha llamado por teléfono a Putin para prevenirle contra la transferencia a Siria de “armas sofisticadas”, al tiempo que amenaza con que Israel “seguirá defendiendo sus intereses en la región”.
Los misiles SS-300, muy superiores a los Patriot estadounidenses, permitirán a Siria hacer frente a un ataque aéreo israelí o estadounidense con cazas de la clase Stealth, helicópteros, bombarderos y misiles balísticos.
Las baterías, que tienen un alcance de hasta 250 kilómetros, pueden permitir a Siria desplegar un invulnerable escudo antimisiles para defender sus infraestructuras vitales ante cualquier ataque exterior.
Más información:
– Es la OTAN quien ha derribado en Siria al avión de reconocimiento ruso Il-20
– Rusia niega oficialmente que el derribo de su avión sea obra de la OTAN
Es incomprensible que,estando en guerra contra la OTAN en Siria,Rusia no administrase los SS-300 en 2013,cuando estaba previsto.Si lo hubiese hecho entonces, la situación seria otra,la guerra quizá ya habria acabado, y el prestigio de Rusia en el mundo seria mayor.