Se trata del misil subsónico X-101 con un fantástico alcance que supera con creces la capacidad de sus homólogos estadounidenses. Precisamente este cohete es el que recientemente los rusos emplearon para bombardear los objetivos de los grupos yihadistas que operan en Siria.
El X-101 vuela a una altura de 30 metros a 10 kilómetros; es invisible al radar y muy preciso con una desviación máxima del objetivo de no más de 5 metros en un rango de lanzamiento de 5.500 kilómetros. Además, el misil de crucero es capaz de destruir blancos móviles. Este cohete combina un sistema de guiado inercial y satelital basado en el sistema de navegación ruso Glonass.
El X-101 cuenta con un guía por infrarrojo que se activa en su trayecto final. La ojiva convencional de este misil es de unos 400 kilogramos de TNT. El equivalente estadounidense de esta arma rusa es el misil crucero de estratégico AGM-129 que ya no está en servicio, que no era detectable para los radares y tenía un alcance de hasta 3.700 kilómetros.
Pero Rusia también cuenta con una versión con ojiva nuclear del X-101, del que hay poca información. Se trata del X-102, que contaría con un alcance de 5.000 kilómetros y que también sería invisible para los radares. Al igual que el X-101, la versión nuclear volaría a baja altura y a una velocidad de 0,77 Mach, mientras que la cabeza nuclear tendría una potencia de 250 kilotones.