Lavrentiev, que hizo estas declaraciones en Abu Dabi en el marco de la visita de Putin a Emiratos Árabes Unidos, recordó el acuerdo sirio-turco de Adana, suscrito en 1998 para hacer frente a las preocupaciones de Ankara en materia de seguridad.
En virtud de dicho pacto, precisó, las tropas turcas podían penetrar cinco kilómetros en territorio sirio para combatir al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, considerado terrorista por Ankara.
Destacó que el propio Erdogan aseguró que, una vez concluya la operación militar contra los «grupos terroristas», las tropas turcas serán retiradas del norte de Siria.
Lavrentiev estimó en unos 12.000 los terroristas del Califato Islámico que se encuentran en prisiones en el noreste de Siria que podrían ser liberados si las milicias kurdas abandonan sus posiciones, de lo que ya alertó Putin el pasado viernes.
En cuanto a la presencia del ejército sirio en la zona, resaltó que los kurdos le permitieron acceder, previo acuerdo, a los territorios bajo su control y confirmó que los soldados sirios ya han entrado en Manbij.
«La operación continuará mientras la amenaza terrorista no sea eliminada… Proseguirá hasta que cumplamos plenamente los objetivos que nos hemos planteado», ha afirmado hoy Erdogan durante la VII cumbre de países turcomanos que tiene lugar en Bakú.
Erdogan subrayó que la operación contra los «terroristas» en las zonas fronterizas con Siria transcurre según el plan presentado por Ankara ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
«Pido a los países hermanos que apoyen a Turquía en la lucha contra el terrorismo», señaló, y adelantó que Ankara se propone crear una zona de seguridad en todo el noreste sirio hasta la frontera con Irak.
El dirigente turco manifestó que Ankara tiene dos objetivos: «la eliminación de la amenaza terrorista y el retorno de los refugiados».
«En siete días de operación hemos limpiado de terroristas mil kilómetros cuadrados de territorio. Garantizamos la seguridad de nuestras fronteras», recalcó.
En cuanto a los refugiados sirios, estimó que en la primera etapa regresará al país árabe un millón de personas y, en la segunda, dos millones.
El 9 de octubre Turquía inició una invasión militar para expulsar de esa región a las milicias kurdosirias Unidades de Protección del Pueblo (YPG), aliadas de Estados Unidos.