Aunque parezca increíble, aún queda algo sin sancionar y ayer el gobierno británico incluyó en la lista negra a 30 barcos adicionales de la “flota fantasma” de Rusia.
Los imperialistas llaman así a los buques que permiten a Moscú seguir exportando su petróleo y gas, eludiendo las restricciones que han impuesto las potencias occidentales de manera ilegal y arbitraria.
La letanía vuelve a reproducirse: es “el mayor paquete de sanciones”, que afecta a 30 nuevos barcos, anunció ayer el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy. “Esto subraya el compromiso del Reino Unido con Ucrania”, afirmó el ministro durante una reunión con sus homólogos del G7 en Italia.
Los barcos ya no podrán amarrar en puertos británicos, podrán ser detenidos y se les negará el acceso al registro de barcos británico. En total, las sanciones británicas se dirigen ahora a 73 barcos.
Es la quinta vez que el gobierno británico arremete contra la “flota fantasma” de Rusia. Según la definición de la Escuela de Economía de Kiev (KSE), esto se refiere a buques comerciales que no son propiedad del G7 ni de los países de la Unión Europea. Se trata de buques comerciales que no utilizan el seguro P&I, un seguro específico del transporte marítimo que prevé una indemnización ilimitada por daños a terceros.
Por eso las sanciones impuestas ayer incluyen a dos empresas aseguradoras rusas.
Lo que califican como “flota fantasma rusa” está compuesta por unos 600 barcos que transportan cerca de 1,7 millones de barriles de petróleo al día, según estimaciones británicas de julio. La mitad de los 30 buques recientemente sancionados transportaron más de 4.300 millones de dólares en petróleo y productos derivados del petróleo durante el año pasado.
David Lammy se comprometió así a “trabajar con [los] socios del G7 y más allá para ejercer una presión incesante sobre el Kremlin”. Esto, según él, implica “interrumpir el flujo de dinero hacia su fondo de guerra, erosionar su maquinaria militar y limitar su comportamiento malicioso en todo el mundo”.
En julio el gobierno británico lanzó un llamamiento a castigar a la “flota fantasma” rusa durante la cumbre de la Comunidad Política Europea (CPE) celebrada en Inglaterra. Desde entonces lo han firmado la Unión Europea y 46 países más. El Ministerio de Asuntos Exteriores británico asegura que Estados Unidos y la Unión Europea han sancionado respectivamente a 39 y 19 barcos de la flota fantasma. Pero Reino Unido va mucho más allá en sus delirios contra Rusia: ellos han sancionado a 73 barcos.