La semana pasada Polonia celebró el 75 aniversario de la fuga del campo de concentración de Sobibor, cerca de Lublin, un acontecimiento único en la historia de la Segunda Guerra Mundial.
El 14 de octubre de 1943 se fugaron del campo de concentración de Sobibor 300 prisioneros, de los que sobrevivieron 50. El resto, por desgracia, fueron capturados y devueltos a la prisión para ser castigados con una severa reprimenda (en la que se incluyó, en muchos casos, la muerte).
Uno de los fugados, Thomas Toivi Blatt, fallecido el año pasado, se hizo famoso en 2011 por testificar contra John Demjanjuk, un soldado ucraniano de las SS acusado de crímenes de guerra por asesinar a cientos de personas en el campo. Lo mismo que Demjanjuk, unos 30 guardias de las SS que cuestodiaban el campo eran ucranianos.
Entre 1942 y 1943 en Sobibor fueron asesinados unos 250.000 presos.
Lo que ocultaron las celebraciones oficiales es que la fuga la organizó Alexandre Petcherski, teniente del Ejército Rojo. El plan no podía ser más sencillo. Consistía en atraer, bajo la excusa de que se probaran algunas joyas del taller de alfarería y ropajes, a los comandantes más importantes hacia lugares apartados para asesinarlos y apoderarse de sus armas.
Posteriormente, con la ayuda de un “Kapo” (cabo de vara, un cargo que se le daba a los presos que colaboraban con los nazis en los campos) pretendían salir por la puerta principal haciendo creer a las tropas que tenían que salir a trabajar fuera del recinto.
Sin embargo, los oficiales del campo fueron alertados de que en los campos de Varsovia había rumores de fuga entre los prisioneros, por lo que enviaron a Sobibor un regimiento de las SS para prevenir cualquier motín.
Tras ser descubiertos, los presos derribaron las alambradas. A continuación, 400 de ellos corrieron hacia un bosque de los alrededores para escapar de los carceleros. No obstante, las miembros de las SS salieron tras ellos y capturaron a unos 250.
Algunos se ocultaron hasta que terminó la guerra, pero la mayoría se dirigió hacia la Unión Soviética para unirse a la guerrilla.
Las celebraciones oficiales de la fuga también se olvidaron de la película dirigida en 1987 por el cineasta soviético Konstantin Jabensky: “Escape de Sobibor”. Hoy se puede ver completa en este enlace: