El Ejército de África, el general Yagüe, las columnas de Asensio y Castejón se dirigieron a Badajoz, importante porque representaba el faro de la reforma agraria republicana. Pero Badajoz no se rendía, yunteros, lavanderas, ferroviarios, costureras, albañiles, maestras, mecánicos, criadas, médicos… decidieron resistir, defender la República. Durante días Badajoz padeció el bombardeo aéreo incesante y los obuses sembrando el terror, las columnas sublevadas habían puesto el cerco. Las milicias populares defendían la ciudad pero no llegaba artillería ni aviación de Madrid. La ciudad tenía sus horas contadas. A los republicanos les sobraba corazón, pero les faltaban municiones. La defensa heroica sucumbió. Badajoz cayó, empezó la escabechina, la carnicería más monstruosa que se pueda imaginar.
Catedral de San Juan fueron fusilados en los altares. Los arrestados por
toda la ciudad congregados en la plaza del Ayuntamiento fueron
ametrallados por grupos, a centenares, pero el genocidio no había hecho
más que empezar: Mutilación, castración de cadáveres, ametrallamientos
colectivos, saqueo indiscriminado, violaciones, degüellos. Yagüe ordenó
el encierro de los prisioneros en la plaza de toros. Se entregaron
invitaciones para acudir al festejo, se instalaron focos para iluminar.
En los tendidos señoritos, falangistas, terratenientes, señoritas
cristianas, devotas de la alta sociedad, monjas, frailes, aguardaban
impacientes la orgía de sangre que se avecinaba.
Jorge Pinto,
terrateniente de Olivenza hacía bailar a las mujeres antes de matarlas.
El sargento moro Muley vestido de torero usaba la bayoneta como estoque
contra la cara y cuello de los prisioneros. La gente de ley y orden daba
olés y aplausos cuando los prisioneros eran banderilleados. El
miliciano Juan Gallardo Bermejo le arrebató la bayoneta a uno de los
legionarios-torero y lo mató. Se retiraron de la arena moros y
legionarios y comenzó un ametrallamiento masivo. No más de 2 ó 3
personas sobrevivieron de más de 4.000; se llenaron las fosas comunes.
Texto de Julián Zugazagoitia: “Cientos de prisioneros ametrallados como
perros de caza, eran empujados al ruedo para blanco de las
ametralladoras que los destruían con ráfagas implacables”.
El
periodista Jay Allen, del Chicago Tribune contó 1.200 asesinados solo el
día 15, entre ellos el alcalde de Badajoz, Sinforiano Madroñero y el
diputado socialista Nicolás de Pablo. El día 25 publicó: “Les llevan al
ruedo, hay ametralladoras esperándoles, la sangre subía un palmo del
suelo… 1.800 hombres -mujeres también- fueron abatidos en 12 horas”.
Jacques Berthet, corresponsal del Journal de Genève (actual Le Temps):
“Alrededor de 1.200 personas han sido fusiladas, las aceras de la
Comandancia Militar empapadas de sangre, arrestos, ejecuciones en masa
en la Plaza de Toros”. Le Populaire: “17 de agosto. continúan las
ejecuciones en masa en Badajoz, sobrepasando los 1.500, entre ellos
militares republicanos, el coronel Cantero, el comandante Alonso, el
capitán Almendro, el teniente Vega, suboficiales, soldados”. Mario Neves,
Diario de Lisboa: “En las avenidas principales, larga hilera de
cadáveres insepultos, los legionarios y los moros encargados de las
ejecuciones quieren que sirvan de ejemplo”. Yagüe lo confirmó al
corresponsal del New York Herald, John Whitaker: “Por supuesto que los
matamos. ¿Qué esperaba usted? ¿Que iba a llevar 4.000 prisioneros rojos
conmigo, teniendo mi columna que avanzar contra el reloj?, ¿O iba a
soltarlos en la retaguardia y dejar que Badajoz fuera roja otra vez?” En
el libro “La columna de la muerte” Francisco Espinosa documenta 1.389
ejecuciones y constata hasta 3.800. Según Paul Preston podrían ser
2.500.
La victoria final del bando sublevado y la desaparición de
todos los archivos municipales y provinciales relacionados con la masacre de Badajoz han hecho que estos jamás hayan sido llevados ante un
tribunal. El Estado actual, heredero directo de la dictadura, ha
destinado cero euros, en sus legislaturas, a todo lo relacionado
con la memoria histórica. En España 140.000 personas siguen actualmente
“desaparecidas”.
https://documentalismomemorialistayrepublicano.wordpress.com/2017/06/15/badajoz-agosto-de-1936-cuando-el-diablo-sonrioayague/