El asesinato de Soleimani y otros crímenes cometidos reiteradamente por lo imperialistas bien merecen una guerra que, en el contexto actual de Oriente Medio, podría alcanzar a Israel y a los países del Golfo.
Aunque la mayor parte de las fuentes hablan de que es necesaria una respuesta militar contra Estados Unidos, confunden sus deseos de venganza con la realidad. Otros hablan de que Irán va desencadenar una ciberguerra para destruir las infraestructuras digitales de Estados Unidos, Israel y Arabia saudí.
Pero eso no es nada nuevo; esa guerra existe desde hace ya varios años y no va a remitir. La ventaja y el inconveniente es que dicha guerra es muy discreta y de ella sólo hablan los informáticos, normalmente para decir que Irán ataca y Estados Unidos se defiende de la agresiones, o sea, más de lo mismo. Lo virtual no es diferente de lo real, o sea, que todo es absolutamente real.
Pero incurrir en un cadena de represalias, cualesquiera que sean, es seguirle la corriente al imperialismo, perder la iniciativa. A Irán le han dejado las manos libres para golpear y lo hará cuando menos se lo espera.
Las guerras ya no son lo que eran. Hoy hasta los Estados más fuertes se han pasado a la guerra de guerrillas que, como sabemos, es la única invencible. De ahí que todos en todos los teatros de operaciones del mismo proliferen las fuerzas especiales: ejércitos pequeños, móviles, adiestrados para movimientos muy rápidos…
Antes y despues del asesinato de Soleimani, Irán ha atacado con misiles bases estadounidenses en Irak no con el objetivo de causa víctimas o daños sino para demoestrar que los radares actuales no pueden interceptarlos y, en consecuencia, que puede repetir la operación en cualquier momento.
Los misiles de crucero Hoveizeh se abrazan al suelo pasando por debajo de las pantallas de radar y tienen un alcance de 1.350 kilómetros, comenta Pepe Escobar en “Asia Times” (*). No hay que extrañarse de que Turquía haya comprado misiles rusos; los estadounidenses ya no sirven.
Escobar confirma que, como ya dijimos aquí, Trump ha hablado con Al Thani, el emir de Qatar para que haga de intermediario con Irán para prometer que levantará las sanciones si no hay represalias graves.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Javad Zarif, describió los lanzamientos de misiles iraníes de ayer como una respuesta proporcional.
Eso explica, dice Escobar, por qué Trump no apareció en la televisión el martes por la noche anunciando una guerra total, como pretenden los sionistas.
Mientras ambas partes contienen la respiración, se agita la diplomacia entre bastidores, especialmente entre Irán y Rusia, con los chinos en estado de alerta. China es muy importante para el Eje de la Resistencia, lo mismo que la Organización de Cooperación de Shangai.
(*) https://www.asiatimes.com/2020/01/article/trump-wants-out-is-bound-to-de-escalate/