Charlene Mitchell, comunista, feminista y activista por los derechos civiles, fue la primera mujer negra en ser nominada para el cargo más importante de los Estados Unidos por un partido político.
De igual forma, Mitchell no ha sido la única candidata negra del Partido Comunista de los Estados Unidos, CPUSA, que ha aspirado a cargos de alto mando en su país. En 1980 y 1984 la filósofa, dirigente política marxista, activista antirracista y feminista Angela Davis fue candidata vicepresidencial en la fórmula con Gus Hall, el líder de la época del CPUSA.
El texto que sigue a continuación es un discurso hecho por Mitchell mientras se desarrollaba la campaña presidencial en el año 1968. Su vigencia reside en que parecen ser las palabras de cualquier joven negra en un mitin del movimiento “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan) que estremecen en la actualidad las calles de los Estados Unidos.
Esta es la traducción de los extractos del discurso que aparecieron en las páginas del diario Daily Worker, antecesor del medio de comunicación People’s World. El discurso completo también se publicó como un folleto con el título “La candidata comunista habla sobre la liberación negra”:
Un sistema incapaz de destruir el racismo
Yo he sido comunista la mayor parte de mi vida adulta. Yo entré al Partido cuando finalmente decidí que el sistema económico que controla este país no puede resolver los problemas de la gente negra. El sistema económico del capitalismo y de las instituciones políticas, le han fallado a la gente porque es incapaz de destruir el racismo que infecta a este país.
Son incapaces porque hacerlo significaría poner fin a las ganancias adicionales obtenidas al mantener la discriminación laboral y un estándar salarial desigual. Esto significaría poner fin a la situación en que mucha gente negra se mantiene, como un grupo de trabajadores desempleados y subempleados, lo cual representaría acabar con la ventaja de los jefes privilegiada por la división social.
Además, tal ataque contra el racismo eliminaría el fundamento ideológico de la conducción de los asuntos exteriores que permite librar una guerra genocida y racista en Vietnam. Este sistema económico no funciona pues desconoce las necesidades de la gente en su país. Garantiza solo las necesidades básicas para los trabajadores; mantiene un gran grupo de pobres; y los ricos se vuelven más y más y más ricos, obteniendo más dinero del que no saben qué hacer.
Mientras que una madre negra esclavizada para llegar a fin de mes para sus hijos cuenta solo con un escaso cheque de asistencia social y a un trabajador negro se le dice que trabaje más y más rápido para producir más y más en cada vez menos tiempo, el número de multimillonarios aumenta y los ricos gastan más en sus perros y gatos que la mayoría de nosotros con nuestros hijos.
Tengo un hijo de 17 años y yo, como cualquier otra madre negra en este país, me preocupo constantemente por su futuro. Las escuelas del gueto envejecen cada vez más, la calidad de la educación de nuestros hijos se vuelve cada vez más pobre. El mundo está abriendo grandes cosas para que la gente haga con sus manos y sus mentes. Pero en su mayor parte, a los niños negros se les niega la preparación para aprovecharse de ellos.
Unidad del pueblo negro
El capitalismo también nos reprime. Los hombres que ostentan el poder en este país temen a los negros y al poder potencial que reside en las comunidades negras. Ahora los negros se han movido para afirmar ese poder mientras la represión aumenta. Cada vez se envía más al club de la policía para atender violentamente la protesta de los negros. Nuestros líderes militantes están siendo incriminados y encarcelados. Otros están sujetos a intentos de intimidarlos para que acepten la situación actual.
Los negros debemos unirnos si queremos resistir a este ataque. Debe haber unidad en nuestros pueblos así sean socialistas, liberales, conservadores, comunistas o independiente. Debemos exigir que todas las barreras discriminatorias que nos impiden aprovechar todo lo que existe para otras personas, sean destruidas de una vez.
Nosotros debemos demandar poder para determinar las condiciones en nuestras comunidades. Nosotros debemos demandar control sobre la policía que patrulla la comunidad, sobre las escuelas que educan a nuestros niños. Nosotros, las personas afectadas, debemos dirigir la comisión de bienestar, la comisión de la biblioteca, la junta de reclutamiento y de salud pública.
En el país, estas demandas son hechas por personas con poder. En nuestras comunidades, estas demandas deben ser hechas por el poder negro.
Únanse
Estas son las cosas que debemos hacer en nuestro país incluso mientras el capitalismo está presente. Este es el tipo de exigencias que nosotros podemos tener ahora. Pero como comunista, yo tengo decidido que en un tiempo tendremos que enfrentarnos a este asunto fundamental, introducir un sistema en que la gente posea y controle la riqueza en conjunto y traer consigo el socialismo.
El hombre que gobierna este país sabe lo que nosotros buscamos. Ellos saben lo que nosotros necesitamos. Saben lo que estamos dispuestos y podemos hacer para conseguirlo y por eso buscan mantenernos divididos a unos de otros, en vez de aliados, fuera de nuestra propia comunidad.
Otra cosa que me hizo una comunista fue darme cuenta de que nuestros únicos posibles aliados en esta lucha, son los trabajadores. A pesar de sus problemas, son el único grupo que no se beneficia de nuestra opresión y están oprimidos por el sistema. Los gobernantes del país quieren mantener separados a los trabajadores negros y blancos. El Partido Comunista está dedicado a la idea de que, sin importar las dificultades, hay que unirnos, de lo contrario ninguno podrá avanzar.
Llamo a mis hermanos y hermanas negras a que consideren la alternativa que ofrece mi Partido. Si están de acuerdo con la mayoría o con todos los programas, si quieren participar en esto, únanse.