Ya antes de la llegada de los nazis al gobierno en 1933, el Partido Comunista de Alemania vio la necesidad de proteger sus actividades políticas frente a los ataques de la policía y las organizaciones paramilitares nazis y reaccionarias.
El objetivo era atraer a todos aquellos trabajadores y estudiantes que, aún no siendo militantes del Partido Comunista de Alemania, quisieran hacer frente a los nazis en las calles, formando un frente unitario.
Los incidentes en la ciudad de Halle / Saale el 11 de mayo de 1924, donde ocho trabajadores resultaron muertos y 16 gravemente heridos por disparos de la policía durante una manifestación, provocaron que la milicia antinazi comenzara a realizar sus actividades de forma pública, formándose poco después los primeros colectivos locales de la RFB. La mayoría de estas primeras secciones del RFB se ubicaron en las ciudades industriales, puertos y otros bastiones tradicionales de la clase obrera.
Estos primeros grupos locales de la RFB se establecieron en julio de 1924 siendo Ernst Thaelman (nombre que fue dado a uno de los batallones de las Brigadas Internacionales) elegido como el primer dirigente durante la primera reunión nivel nacional celebrada en febrero de 1925 en Berlín.
Fundada como una organización de autodefensa para la clase obrera, tras el paso de los años, la RFB participa cada vez más en las batallas callejeras con la policía, con los militantes del partido nazi (Sturmabteilung, más conocidas como las SA).
Aunque las unidade de la RFB estaban organizados por el Partido Comunista, muchos de sus miembro no pertenecían a este, incluso algunos eran miembros del Partido Socialdemócrata de Alemania o de otras organizaciones políticas.
Una gran parte de los miembros de la RFB eran antiguos combatientes que habían servido como soldados en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial y algunos habían participado activamente en la revolución de noviembre de 1918.
El número de miembros aumentó constantemente y llegó a su punto más alto con cerca de 130.000 miembros en el momento de la prohibición en 1929. En ese momento sólo el 30 por ciento de ellos eran miembros del Partido Comunista de Alemania. El 98 por ciento de ellos pertenecía a la clase obrera y sólo el 1 por ciento había recibido una educación superior.
La mayor parte no se unió a la RFB por ideologías políticas, pues eran en su mayoría gente trabajadora sin ninguna formación política que simplemente creía que era la organización adecuada para luchar por mejores condiciones de vida.
El sentido de un vínculo común, logrado a través de la constante de propagación de una conciencia de clase, el sentimiento de solidaridad y camaradería, provocó la cohesión dentro del grupo e hizo que para muchos la RFB fuera el ejemplo a a seguir.
Tras su participación en las protestas sangrientas que ocasionaron la muerte de más de 30 personas por disparos de la policía, durante la manifestación del 1 de Mayo de 1929 en Berlín que había sido prohibida por la policía, la organización fue declarada ilegal y todos sus bienes fueron confiscados por el gobierno.
Tras la prohibición, una gran parte de los militantes continuaron sus actividades de manera clandestina. La toma del poder político en Alemania por los nazis en 1933 provocó que fueran los primeros en sufrir la represión, siendo detenidos y encarcelados en los campos de concentración de la Sturmabteilung (SA).
Los nazis buscaban vengarse de sus antiguos rivales y muchos de los revolucionarios de la RFB perdieron la vida en las prisiones nazis.
Muchos de los supervivientes, que consiguieron eludir las detenciones, respondieron a la llamada de la defensa del pueblo español frente al fascismo, uniéndose al Batallón Thälmann de las Brigadas Internacionales .
Durante la Segunda Guerra Mundial antiguos miembros del Roter Frontkämpfer-Bund lucharon en las filas del Ejército Rojo contra la Alemania
nazi.
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